Las otras caras de la UASD

Las otras caras de la UASD

Jesus de la Rosa.

-1 de 2-
El 28 de octubre de 1538, mediante la Bula In Apostolatus Culmine, Su Santidad, el Papa Pablo III, elevó a la categoría de Universidad el Estudio General que los religiosos dominicos del Real Convento de Santo Domingo regenteaban desde 1518, bautizándola con el nombre de Universitas Sancti Dominici (Universidad de Santo Domingo). En la actualidad, esa Alta Casa de estudios opera con el nombre de Universidad Autónoma de Santo Domingo, en vez de exhibir con orgullo y vanidad el nombre que históricamente le corresponde, el de Pontificia, Real y Autónoma Universidad de Santo Domingo.
La lentitud de adaptación, estructural y funcional, de nuestras universidades a los cambios que se avecinan, ha originado una crisis que aunque universal afecta más a la educación superior de los países de la América española y el Caribe. Como bien lo expresara el distinguido educador venezolano Luis Manuel Peñalver en el prólogo que escribiera del libro “80 años de la Reforma Universitaria” del autor nicaragüense Carlos Tünnermann: “Esa crisis de la educación superior adquiere caracteres dramáticos en los países sub- desarrollados y especialmente en la América Latina, donde el establecimiento de un tipo sui-géneris de universidad ha originado diferentes perspectivas, así como problemas propios que afectan no sólo las tareas docentes, científicas y culturales, sino el propio progreso económico y social de los países y la región”. En efecto, el principal reto al cual debemos enfrentarnos es el de acelerar nuestro desarrollo económico en base a la búsqueda de modelos de universidades adaptados a las características culturales de nuestros países con el objetivo de llenar la brecha que nos separa de los países industrializados.
Los incrementos cuantitativos de los sistemas educacionales de los países del hemisferio se han empequeñecido por un deterioro en la calidad de la educación, en lo referente a su pertinencia y a su adaptación a las necesidades y a la dinámica de los cambios sociales. También, por un bajo rendimiento en la elevación de los niveles culturales, en la formación de los recursos humanos, y en el progreso científico y tecnológico.
Hacemos mención de todo esto con la intención manifiesta de hacerles saber a ciertos sabelotodo de los medios de comunicación que la UASD enfrenta los mismos problemas a los cuales se enfrenta cualquier otra universidad pública de la América española y el Caribe. Y que en ella se llevan a cabo grandes realizaciones que no son de público conocimiento.
En el periódico “El Universitario”, en su edición correspondiente a la segunda quincena del mes de julio del año en curso, leímos un artículo del periodista Wellington Melo informando que el pasado año once artículos de prestigiosos investigadores de la Pontificia, Real y Autónoma Universidad de Santo Domingo fueron publicados en importantes revistas científicas indexadas. Como bien lo aprecia el destacado cronista, “la publicación de artículos académicos en revistas científicas indexadas es la más fehaciente evidencia de que una universidad avanza exitosamente en el proceso de generación de conocimiento; aspecto que compone uno de los roles de mayor valor para los centros de estudios superiores”. La catedrática e investigadora de la Universidad Primada, maestra Gladys Rosado, alude al proceso de publicación de un artículo científico en una revista indexada con estas palabras: “El artículo tiene que corresponder con los temas priorizados por la revista. No se puede someter un artículo sobre biodiversidad acuática a una revista del bosque. Se debe saber si se exige el pago en dólares o si es gratis la publicación”. De acuerdo con lo expresado por el también catedrático e investigador de esa Alta Casa de Estudios, maestro Domingo Santos “mientras más original sea el trabajo y mientras más elevada sea su capacidad de generar conocimientos, mayores son las oportunidades de colocar un artículo en un instrumento de ese nivel”. En materia de investigación la UASD marcha a la delantera entre todas las universidades del país. Las publicaciones de sus investigadores en revistas indexadas afianzan su rol en materia de producción y difusión de nuevos conocimientos.

Más leídas