La dinámica poco homogénea del crecimiento económico genera un favorable ingreso creciente de dólares al país con la consecuencia riesgosa de que también crece la demanda de la moneda a un ritmo que tiende a superar la oferta, lo que por momentos presiona al mercado cambiario cuya estabilidad debe preservarse. Se acentúa claramente la necesidad de dirigir mayores estímulos a las fuentes de esas divisas, tan imprescindibles para las operaciones comerciales como para las industriales, agrícolas y pecuarias, cuyas capacidades de acrecentar exportaciones y competir con importaciones deben ser aspectos clave de la vida productiva y de consumo.
El Estado debe propiciar la sostenibilidad de renglones de producción y servicios que permitirían sacar provecho de los cambios geopolíticos con presagios de altos aranceles contra proveedores lejanos del mercado norteamericano. Los medios de producción locales no pueden aspirar a una pronta reforma del tratado comercial DR-CAFTA y sí deben abocarse a la introducción de tecnologías y otras innovaciones para superarse en eficiencia y rentabilidad. Preocupa el panorama poco halagador que se presenta para comunidades dominicanas del exterior que generan remesas. Las políticas anti inmigrantes en EUA y las convulsiones sociales y políticas en Europa podrían resultar adversas a esas valiosas fuentes de divisas para República Dominicana.

Crecer sin musculatura

La metáfora contenida en el título alude al papel que el endeudamiento público juega en la expansión del gasto con obras, programas y un crecido tren administrativo a pesar de la debilidad recaudadora del Estado, escaso de fibras musculares propias. Aporta al crecimiento pero con poca generación de empleos de calidad y permanencia y gracias a “transfusiones” de un “suero” de liquidez rica en bonos soberanos y otros créditos. Ha faltado que al crecer, el país avance en niveles de desarrollo humano y productivo. Preocupa la fragilidad del crecimiento de naciones como esta que podrían caer en retrocesos por súbitas situaciones adversas en el panorama mundial. Entonces podría ocurrir una caída en limitaciones para pagar, o que muera la gallina que ponía los huevos de los empréstitos que aportaban energía al movimiento del Estado y de la economía.