Mike Mazzeo
ESPN.com

CLEVELAND
LeBron James dijo que quería traer un trofeo de campeonato a su casa en Cleveland.
Y eso es precisamente lo que hizo el lunes por la tarde.
James y los Cavaliers llegaron a Cleveland justo después de 12:30 ET con gran fanfarria en el Aeropuerto Internacional Hopkins.
James, que llevaba una camiseta con la frase «Ultimate Warrior», salió del avión con el trofeo Larry O’Brien en la mano, causando que miles de aficionados presentes se volvieran eufóricos.
A continuación, desfiló con el trofeo alrededor del perímetro de una valla que separaba el avión del equipo de los aficionados, que lo persiguieron en masa para obtener una mirada más cercana.
Los Cavs capturaron el primer título importante en los deportes de Cleveland desde 1964 la noche del domingo al vencer al campeón defensor Golden State Warriors en el Juego 7 de las Finales de la NBA.
El tráfico era tan malo en las carreteras cercanas que muchos aficionados acababaron saliendo de sus autos y se dirigieron caminando una milla hasta el lugar.

Los Cavaliers se convirtieron además el domingo en el primer equipo que remonta una desventaja de 1-3 en las Finales NBA para ganar el campeonato.

Lideró a todos los jugadores de ambos equipos en puntos rebotes, asistencias.

Por otra parte, Stephen Curry sabe que el cuento de hadas que escribieron en la temporada regular terminó en un horrible desenlace para sus Golden State Warriors.

El Jugador Más Valioso de la NBA lucía abatido, contrariado y decepcionado apenas minutos después de que perdieron 93-89 el séptimo y definitivo juego de las Finales NBA.

Está consciente por completo de que él y sus Warriors dejaron de hacer muchas cosas, que al final costaron el bicampeonato.

Los Warriors son el primer equipo que dilapida una ventaja de 3-1 en la serie y pierde las Finales NBA. «Me va a perseguir por un tiempo porque significa demasiado para mí tratar de liderar a mi equipo cuando me necesitan en la cancha y no ganar”.