Legisladores pidieron ayer la pena máxima para los responsables de la muerte de la menor embarazada Emely Peguero, y urgieron la aprobación del nuevo Código Penal para aumentar las condenas contra los criminales.
Uno de ellos es el presidente de la Cámara de Diputados, Rubén Maldonado, quien considera que una nueva normativa penal es necesaria para asegurar penas más drásticas y severas.
Maldonado parte de ese crimen para hacer una reflexión mayor. Es así como llega a la convicción de que la sociedad debe repensarse y fomentar la educación y los valores morales. Ve una “falta de educación, formación y aspectos familiares”.
E l Código Penal está anquilosado por falta de consenso en torno al aborto, y que perimió en la pasada legislatura.
Sin embargo, Maldonado prometió que “en los próximos días” habrá una “respuesta sobre ese tema, porque hay disposición e interés del Gobierno y el Congreso para buscarle solución”.
El senador de la provincia Hermanas Mirabal, Luis René Canaán, calificó como un agravio a toda la sociedad el asesinato, por lo que confió en que los responsables del crimen reciban todo el peso de la justicia y aplaudió la comisión designada por el procurador general, Jean Alain Rodríguez, para llevar a cabo las investigaciones.
Mientras tanto, el presidente de la Comisión de Interior y Policía de la misma cámara, Orlando Espinosa, estima que el nuevo Código Penal contemplaría un cúmulo de penas de hasta 120 años, aplicable a este caso.
Esto así porque, según Graciela Fermín, en el crimen hay asesinato, secuestro e intento de ocultar el cadáver, delitos que supondrían penas bastante elevadas.
Espinosa estima que, de haberse aprobado el Código Penal, los homicidas de Emely afrontarían penas mucho más estrictas.
El diputado del Partido Revolucionario Moderno (PRM) Alexis Isaac Jiménez lamentó la desaparición y asesinato de la menor e instó a las autoridades a investigar a profundidad este caso, y que sea llevado hasta las últimas consecuencias y condenados con todo el peso de la ley todos los responsables sin importar quienes estén involucrados.