Santiago.- Las precariedades de los servicios, el deterioro de todas las áreas, huelgas y protestas de enfermeras y médicos residentes y el más reciente caso de bacterias e inundaciones son parte de los problemas que confrontan los usuarios del hospital Regional José María Cabral y Báez, mientras que causa desesperación la lentitud de los trabajos de remodelación de una parte de la edificación.
Los pacientes y demás personas que acuden a diario a este centro, denuncian y denuncian, mientras los problemas continúan, aún el centro esté siendo sometido a una gran ampliación de habitaciones y áreas de enfermería y consultas.
Y es en este proceso que los santiagueros se preguntan si este contraste entre lo moderno y lo que está deteriorado no podrá, en un futuro no muy lejano, cuando lo reabran, revertirse, porque insisten que el problema es de presupuesto y de dirigencia responsable.
El secretario general del Sindicato Nacional de Enfermería (Sinatrae), Silvano Geraldino, advierte que hasta que no se le confiera el 5% del Producto Interno Bruto (PIB), aunque se hagan todas las remodelaciones, no funcionará bien.
Agregó que con apenas el 1.8% no se puede trabajar. Geraldino recordó que desde el 2004 en el hospital se vive un infierno por la falta de equipos para trabajar en áreas vitales como neonatales, maternidad, cuidados intensivos, unidad quirúrgica, que también presentan problemas de climatización y que en la actualidad, es lo mismo.
“En el transcurrir de estos años nosotros hemos recurrido a las protestas para hacer valer nuestros derechos y denunciar lo que está mal, pero se ha logrado poco”, dice.
Para el jefe de ortopedia y traumatología del Cabral y Báez, Andrés García, los males que aquejan al hospital pueden resolverse con la presencia de gente comprometida, que tenga la capacidad de gerencia.
Es de opinión que debido a la gran cantidad de personas que lo visitan a diario, “sí es conveniente que tenga un presupuesto justo; trabajamos con mucha precariedad, pero tenemos el alma y el corazón metidos aquí, porque estamos convencidos que sí se puede”. “Ahora con esta remodelación y adecuación de las áreas, esperamos que mejore todo, aunque se debe concluir por completo para que una área no dañe la otra”, observó.
Supervisión. Francisco Pagán, director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe), y Ernesto Rodríguez, director del Cabral y Báez, coincidieron en resaltar la calidad y el alcance de los trabajos que se ejecutan en la planta física y en la diversidad y calidad de los equipos que se han instalado en las áreas terminadas.
En un recorrido realizado por el centro anunciaron que las áreas concluidas se irán entregando para que sean puestas en servicio mientras se avanza en otras, tales como las salas de cirugía, que serán 22, cuya terminación tendrá lugar en el curso del presente año.
Ernesto Rodríguez puso énfasis en resaltar la calidad y amplitud de los servicios que en lo adelante ofrecerá el Cabral y Báez a pacientes de Santiago y la región, así como a los médicos, bioanalistas y enfermeras que se forman en ese hospital.
Optimismo. Las autoridades del Hospital José María Cabral y Báez aseguran que con la intervención se procura mejorar los servicios de salud y disminuir el hacinamiento de pacientes.
Johnny Lama, relacionista del Cabral y Báez, explica que el nuevo edificio está casi listo y que estará dotado de diversos servicios médicos para la población y tendrá un parqueo soterrado que sumará unos 60 espacios para vehículos, con los cuales al finalizar la obra significará un total de 200, aproximadamente.
El primer nivel constará de áreas de emergencia, laboratorio, imagenología y farmacia. El segundo piso tendrá consultorios, ginecología y neonatal. Mientras que en el tercer nivel hay diez quirófanos, uno de ellos con espacio para enseñanza; también tendrá salas de pre y post-operatorio, así como una unidad de cuidados intensivos. El cuarto piso del nuevo edificio albergará el área de oftalmología y salud bucal, con dos quirófanos cada uno.
Alcance. El proyecto consiste en la construcción y remodelación de las áreas de emergencia, salas de intensivos y cirugía; consultorios, las áreas de administración y de atención a los usuarios, con el equipamiento tecnológico más avanzado, para brindar un mejor servicio.
El reforzamiento estructural, remodelación y equipamiento del Hospital Regional Universitario José maría Cabral y Báez lleva tres años, y va a costar al Estado un monto de 2 mil 200 millones de pesos.