El expresidente Leonel Fernández alertó sobre los efectos negativos que podría tener en la democracia de la región la separación del poder por seis meses de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, por parte del congreso de esa nación y lo calificó como un golpe de Estado.
Afirmó que ahora se debe impedir que ese tipo de acontecimientos se sigan produciendo y se conviertan en una rutina en América Latina o cualquier otra parte del mundo.
El presidente del PLD trató el tema al participar en la reunión de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal), que se desarrolla en el país.
Añadió que lo ocurrido el pasado jueves con la mandataria brasileña es similar a lo que sucedió con el presidente Fernando Lugo de Paraguay en junio del 2012.
“Ya no queremos golpes de Estado, ni de derecha ni de izquierda, lo que queremos son elecciones libres y democráticas como forma de escoger a los representantes que el pueblo elija en procesos transparentes”, reiteró Fernández Reyna.
Refirió el caso del expresidente de Honduras Manuel Zelaya, que fue separado del poder en junio del 2009, teniendo que buscar asilo en la República Dominicana.
Tras cuestionar la situación expresó que “lo que acaba de suceder con la presidenta Dilma Rousseff de Brasil es lo que puede calificarse como un golpe de estado frío”.
En la reunión se posesionó a Manolo Pichardo como nuevo presidente de la entidad que agrupa a las organizaciones políticas de la región en sustitución de Gustavo Carvajal Moreno.
Tanto Pichardo como Carvajal Moreno cuestionaron el golpe de Estado en Brasil y abogaron la reposición en el cargo de la presidenta de Brasil.
Entre los presentes en la actividad figuran el expresidente de Paraguay Fernando Lugo, quien entregó una medalla de manera póstuma al presidente y líder del Partido Revolucionario Dominicano, José Francisco Peña Gómez, que fue recibida por su viuda Peggy Cabral; también el presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado y Franklin Almeyda.