En 2012 Lexus llevó al Salón del auto en Detroit un prototipo deportivo denominado ‘LF-LC Concept Car’. Entonces muchos se preguntaron si ese precioso auto llegaría un día a producción. La respuesta ha llegado cuatro años después con el Lexus LC 500, un coupé de cuatro plazas equipado con un motor V8 atmosférico de 5.0 litros y 467 caballos.

Como mecánica el nuevo deportivo se caracteriza por tener motor delante y tracción atrás, con distribución de peso casi perfecta.

En lo que a rivales concierne, el deportivo japonés deberá desafiar modelos como el BMW M4 o el Porsche 911, siendo los dos alemanes menos atractivos que el japonés.

El puesto de conducción está colocado en una posición muy baja, muy próximo al centro de masas del auto y beneficiándose por ende de mejores cualidades dinámicas, el baricentro es lo más bajo posible. El reparto de pesos se queda en una proporción de 52/48%, muy cercano a la perfección perfecta del 50%.

El diseño interior está muy cuidado.

En este brilla el tapizado ‘Alcántara’ combinado con elementos de artesanía japonesa ‘Takumi’. Los asientos son cómodos para viajes largos y permiten al espaldar una muy buena sujeción del cuerpo. El techo es de cristal con posibilidad de escoger, como opción, un bonete en fibra de carbono para reducir aún más el peso total. En cuanto a sensaciones y disfrutes de los sentidos, la banda sonora que proporciona el sistema de escape es espectacular, eso gracias a una válvula que controla el nivel de resonancia según el modo de conducción seleccionado (Normal o Sport).

El cambio es una caja automática de 10 velocidades, la más ligera y rápida entre los cambios similares. La aceleración de 0 a 100 km/h se hace en 4,5 segundos.

El empeño de la marca por agregar deportividad y reducir el peso total del auto, se expresa también en los neumáticos ‘Runflat’, que evitan cargar rueda de repuesto ypeso.