La temporada pasada, dividiendo tiempo entre los Azulejos de Toronto y los Astros de Houston, el zurdo dominicano Francisco Liriano perdió el rol que había jugado toda su carrera: el de abridor.
De sus 38 apariciones al montículo, apenas 18 fueron aperturas, asumiendo un rol de relevista medio que parecía estar destinado a acabar con su condición de lanzador abridor.
Sin embargo, luego de firmar con los Tigres de Detroit en la temporada muerta, Liriano fue a los entrenamientos y ganó un puesto de abridor con un hombre conocido para él: su ex dirigente de Minnesota, Ron Gardenhire.
Ayer, en su primera apertura del 2018, Liriano hizo quedar bien a Gardenhire, con una labor digna de los mejores momentos del zurdo de Palenque.
Liriano tiró seis entradas y dos tercios de apenas una carrera para llevarse la victoria 6-1 sobre los Reales de Kansas City.
“Me siento muy agradecido con el equipo, los Tigres de Detroit y con Gardy”, dijo Liriano a MLB.com luego de su presentación.
“Me dieron la oportunidad de abrir y eso es lo que quería. Todavía me queda algo en el tanque. Puedo ayudarlos a ganar algunos partidos y tirar muchas entradas este año”, agregó el serpentinero.
Liriano lanzó eficientemente, mezclando una recta a buena velocidad con el lanzamiento que ha sido su mejor arma en las mayores: el slider.
Para el dirigente Gardenhire, el Liriano que vio en el montículo fue uno mucho mejor que el que recordaba de sus días con los Mellizos.
“Tiene más control del que tenía en la época que estaba conmigo”, dijo Gardenhire también a MLB.com. “Eso tiene que ver con la experiencia”.
Para Liriano, la de anoche fue su victoria 103 de por vida, contra 99 derrotas que ha acumulado.
El 2018 empieza con buen pie para Liriano. En una tarde fría lanzó caliente. Ya veremos lo que le espera en lo adelante.