Llantos, lamentos, dolor y mucha presencia policial se pudo apreciar esta mañana durante la sepultura del cabo policial Ricky Gabriel Agüero, una de las cuatro víctimas de la matanza ocurrida en San Cristóbal.
A la entrada del cementerio se apostaron más de 20 unidades policiales encabezadas por el subjefe de la Policía Nacional, general Dipré, y la jefa regional Sur con asiento en Baní, general Juana Campusano.
Sobre el presunto agresor. De su lado, familiares de Yerle Aneury Heredia Féliz (Morao), de 26 años, quien se suicidó luego de matar a cuatro personas, dijeron a Hoy que los restos de su pariente serán velados en la calle C del sector Moscú, en San Cristóbal.
Además, un familiar, quien no quiso ofrecer su nombre a la prensa, se encuentra en el Instituto Nacional del Patología Forense en busca del cuerpo sin vida de «Morao», quien ayer se pegó un tiro a la cabeza cuando fue rodeado por agentes de la Policía Nacional.
Sobre la matanza. Entre el domingo a las 11:30 de la noche y la madrugada de ayer Heredia Féliz mató a cuatro personas e hirió a otras cuatro, y luego, alrededor de las 4:00 de la tarde, acorralado por agentes policiales, se disparó a la cabeza y se mató. Con unas tenía problemas, con otras no.
El homicida fue llevado de emergencia al hospital Juan P ablo Pina, según contó el vocero de la Policía, coronel Jacobo Mateo Moquete. Las víctimas son Luis Villar Tejeda, de 30 años; José Altagracia Pinales (Chiva), de 34; Maicol Manuel Brea Figueroa, de 21 y el cabo policial Ricki Gabriel Agüero.
Mientras, los heridos son el sargento Cristian del Orbe Jiménez y los civiles Anastasio Antonio Recio y Héctor Elpidio Nere Lorenzo (Mata Mulo) y Fidel García, de 60 años. Este último resultó herido luego que se le pegara el tiro que Heredia Féliz se hizo en la cabeza.