Lo que debemos hacer con la deuda

Lo que debemos hacer con la deuda

Los hechos históricos tienen su réplica. Estados Unidos vivió otra recesión en 1937, cuatro años después dehaberse iniciado el programa de recuperación económica. Franklin Delano Roosevelt se equivocó, no obstante los consejos de Keynes, regresó a la consolidación fiscal antes de tiempo y la economía se fue a pique.
Tenemos el reto de no caer en «la recesión Roosevelt», o que se ralentice el crecimiento más de la cuenta, con los ajustes que son necesarios para cuadrar los números de las finanzas públicas. Preocupa el continuo déficit público y la deuda que acumula. El lector y yo debemos 2,916 dólares, la factura total de los 10,766,998 dominicano asciende a US$31,400 millones, equivalente a 39.8% del PIB.
No solo nosotros hemos vivido a crédito, desde la crisis financiera de 2008 con préstamos es como la mayoría de los países del planeta han pagado los desequilibrios de las cuentas públicas. Cada habitante debe 21,866 dólares, la deuda total asciende a 164 billones de dólares, equivalente a 225% del PIB mundial.
Los organismos internacionales, que para impulsar el crecimiento y evitar una depresión mundial como la de los treinta, propiciaron el aumento de la deuda al nivel actual no visto desde la II Guerra Mundial, la califican como bomba de relojería que puede estallar en cualquier momento.
Sin entrar a discutir si con la deuda hemos traspasado o no la línea roja, si es o no manejable manteniendo un fuerte crecimiento y con tipos de interés bajos, tenemos que reducirla a menos de 30% del PIB como recomienda el FMI, con excedentes luego de pagar gastos con ingresos fiscales ordinarios, incluyendo intereses.
Lo anterior pasa por una reforma fiscal integral consensuada, para lo que se necesita voluntad política, apoyo del sector privado y partidos de oposición. Preservando el crecimiento del PIB alrededor de su potencial, su mayor tamaño reduce el peso de los préstamos si acelera más que la deuda, es regla de oro. Es improbable que se cumpla este año, el déficit del presupuesto de RD$86,999 millones aumentara la deuda en US$1,760 millones, un 5.95%, tasa parecida a la proyectada para la economía.
La deuda se reduce con la reforma fiscal integral,Gobierno y familias gastarían menos que sus ingresos, y el aumento de las actividades económicas estaría por el lado de la oferta, convirtiendo el crecimiento en un liquidador de préstamos. Nuestra moneda se fortalecería aún más, manteniendo, como hasta ahora, uncomportamiento diferenciadorespecto a monedas de países latinoamericanos,que por incertidumbre de riesgos externos, sufren a la par de la apreciación del dólar cada vez que la Reserva Federal sube los tipos de interés, lo que lastra el crecimiento del PIB y complica el servicio de la deuda.
Nuestro peso se ha mantenido fuerte por el control de la inflación, promedia 2.9%, por debajo del límite mínimo de la meta de 4.0% ± 1.0%, desde que el Banco Central adoptó el esquema de inflación explícita hasta 2017. Como los préstamos están contratados en términos nominales, la inflación reduce la deuda,aumenta el PIB y la recaudación, sí lo explica un mayor consumo por elevación de salario a los trabajadores. Lo que no ha sucedido.

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