Un anciano no vidente de 80 años de edad, residente en la comunidad de Semana Santa, San Cristóbal, solicitó hoy de las autoridades una ayuda  para poder terminar la vivienda que inició hace 15 años y que no ha podido concluir por falta de recursos económicos.

«Lo único que quiero a mis 80 años de edad, es poder vivir en la casa que empecé a construir hace 15 años y que todavía no he podido terminar», expresó Antonio Jiménez, quien reveló que desde los 13 años de edad perdió la visión.

Jiménez sostuvo que pese a su condición de no vidente, su casa se ha convertido en el motivo principal por el cual se levanta cada día a trabajar, vendiendo «gofio» (harina hecha de maíz tostado con azúcar), con la esperanza de poder juntar poco a poco los recursos que le hacen falta para «hacer mi sueño realidad».

Narró que desde muy joven se dedicó a elaborar sogas, moler café, rifar números, y tejer sillas de guano, para finalmente terminar en el oficio de la venta de gofio, con el fin de levantar los blocks de su casa.

Sin embargo, citó que tras 15 años, las fuerzas no son las misma y el negocio va cayendo, lo que lo hace desconfiar en que lo que produce le pueda finalmente dar la satisfacción de vivir en su casa propia.

“He sido poco dichoso porque yo no he tenido nunca una persona que se  haya dedicado a prestarme una ayuda”,  expresó el anciano, conocido por todos como Antonio.

Sostuvo que a pesar de sus limitaciones económicas y físicas, pudo levantar once hijos, seis que engendró y cinco de sus familiares. Finaliza diciendo que ha aprendido a vivir siendo no vidente, y se describe como un hombre trabajador y perseverante.

Para cualquier ayuda escribir al correo por favor: rodriguezpatria@gmail.com