David Ortiz será centro de atención en el 2016

David Ortiz será centro de atención en el 2016

Buster Olney
ESPN.com
David Ortiz ocupará gran parte del escenario central en Boston este año, con ovaciones de pie para él comenzando desde el Día Inaugural de los Medias Rojas en el Fenway Park el 11 de abril, y continuando hasta su turno final al bate en el viejo estadio, sea cuando sea. Veremos regalos, palabras y memorias, nuevas y viejas.
En el camino, probablemente Ortiz sobrepase a Eddie Murray en la lista de jonroneros de todos los tiempos, y Gary Sheffield, y Mel Ott, Eddie Matthews y Ernie Banks, y quizás otros. Hay un escalón en esa escalera al que hay que prestarle particular atención: Ortiz tiene en la actualidad 503 jonrones, y Ted Williams tiene 521.

Ortiz terminó con fuerza el año pasado, conectando 24 jonrones entre sus 49 extrabases conseguidos en los últimos 74 partidos de la temporada regular; en los juegos desde el 2 de julio hasta el final de la temporada, él bateó .318, con un porcentaje de embasamiento de .406 y slugging de .690 – una de las mejores mitades de temporada de su carrera.

Si Ortiz sigue con ese impulso en el 2016 y continúa con ese nivel de producción, no solo tendría oportunidad de competir por el JMV de la LA, sino que habrán comentarios y discusiones sobre si debería continuar por una temporada más. Pero los Medias Rojas no pueden perder de perspectiva el hecho de que en los primeros tres meses de la temporada pasada. Ortiz tuvo problemas. En la mañana del 2 de julio, tenía promedio de .228, con porcentaje de embasamiento de .313 y apenas 13 jonrones. En otras palabras, parecía como un jugador viejo en declive.

Mientras los Medias Rojas esperan y anticipan una gran temporada de parte de Ortiz, ellos deben tratar de evitar los errores que cometieron los Yankees con Derek Jeter antes y durante la temporada final de Jeter en el 2014. Los Medias Rojas deben prepararse por lo menos para la posibilidad de que una gran estrella tenga problemas mientras se prepara para el adiós final de su carrera.

La última semana de la carrera de Jeter se llevó a cabo como si fuese diseñada por los dioses del béisbol: Conectó un hit para dejar tendido al rival en su último turno en el Yankee Stadium, y su hit 3,465 en su última aparición en el plato, coincidentemente en el Fenway Park, antes de salir de juego ante una larga y merecida ovación.
Su última ovación de pie no pudo ser mejor, en esa última semana, y de aquí a 50 años, eso es lo que siempre será recordado. Jeter tuvo un mejor final que el que tuvo Willie Mays en la Serie Mundial de 1973, cuando tuvo problemas para mantenerse sobre sus pies mientras corría las bases.

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