(2 de 3)
Los caballos producidos en los establecimientos de crías romanos, debidamente identificados y cuya genealogía ofrecía total certeza, fueron considerados de “Carreras y Puros”. Ello evidencia que el criador romano había preparado una cría selectiva, limitada al animal destinado a competencias hípicas.
Otro ejemplo es cuando se menciona la palabra Turf; esta voz inglesa, que significa propiamente césped, en el lenguaje del hipódromo rara vez se emplea en este sentido.
Designa generalmente en tal lenguaje el conjunto de todo lo que constituye las carreras de caballos; la pista de hipódromo, las tribunas, los caballos, sus dueños, los preparadores, jockeys, apostadores y aún el mismo público que asiste a este deporte.
Según esto se usan las frases siguientes “concurrir al Turf “, estar en el Turf, la afición al Turf, etc., siendo de este modo más derivados de su sentido directo y propio (césped) debió de servir para designar un campo de carrera, y luego, por una extensión, se concluyó por aplicarla en la forma genérica que se ha dicho, de los ejemplares.