Los corchos y la política limpia

Los corchos y la política limpia

No ser miembro, militante o partidario de una organización política no te etiqueta como “apolítico” o “independiente” porque, si eres así, te conviertes en un personaje no confiable porque política es, según Juan Pablo Duarte “…la Ciencia más pura y la más digna, después de la Filosofía, de ocupar las inteligencias nobles” y si la vemos en su sentido más amplio “… es una actividad de la que es muy difícil sustraerse, por encontrarse en casi todos los ámbitos de la vida humana” (Wikipedia) y en este tenor, todos somos políticos dentro de cualquier conglomerado social. Por ello resulta ilusorio que partidos políticos y la “sociedad civil” propongan una supuesta “apoliticidad” o “apartidismo” de los próximos miembros de la Junta Central Electoral y las “altas cortes”.
Hay muchísimos dominicanos que no militan en ningún partido, pero siempre han sido y serán políticos, porque no importa a quienes haya que enfrentar están del lado de los mejores intereses de la nación y muchos miembros y/o militantes de diversos partidos políticos han mantenido una conducta intachable en su vida personal y actividad social o comunitaria, que los hace plenamente confiables para desempeñar cualquier posición de arbitraje donde lo que se necesite sea responsabilidad, sentido de justicia, equidad y coraje suficientes para detener a cualquier sinvergüenza o corrupto, no importa que sea de su propio partido.
Por lo anterior, no es lo mismo ser apolítico que apartidista porque hay muchos corruptos, sinvergüenzas y charlatanes que nunca han militado en partido alguno y su actividad política es más sucia que las de cualquier político tradicional, porque son corchos que nadan en todas las aguas.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas