Los ganaderos rumbo a la ruina

Los ganaderos rumbo a la ruina

En este país se está arruinando a los ganaderos bajo el argumento de que es en cumplimiento de cláusulas de tratados comerciales que se permite la importación masiva de productos lácteos. Nos resistimos a creer que las autoridades del país fueron tan bobas y malas negociadoras, que se habrían dejado imponer cláusulas que conducirían a la bancarrota a los productores locales. La realidad es que una proporción importante de los productos lácteos que ingresan al país llegan bajo el amparo de la impunidad y la permisividad oficial.
Es pecaminoso que un sector pujante como el ganadero, que se ha endeudado hasta el tuétano para invertir en la mejora del ganado y su productividad, se vea arrinconado por una competencia desleal que solo puede ser posible con la anuencia o la ceguera del sector oficial. Estas prácticas desleales han puesto al borde del cierra a más de 150 centros de acopio de leche instalados por los productores y asociaciones ganaderas.
No se puede tapar el sol con un dedo. De la única manera que puede ser factible el negocio de la importación desmedida de lácteos en perjuicio de todo el que se ponga de por medio, es si las autoridades se hacen los chivos locos o los poderes fácticos neutralizan a los organismos creados para impedir atentados contra la inversión y el trabajo de tanta gente esforzada.

Grandes presas que hacen falta

Aquí se sabe de sobra que nuestro país es uno de los más vulnerables ante las inclemencias del cambio climático. Estamos claros que el agua escaseará y que, por tanto, hay que tomar previsiones. Consciente de esa realidad, el director del INDRHI, Olgo Fernández, insiste en la necesidad urgente de construir nueve grandes presas para aprovechar más el agua y atenuar el riesgo de inundaciones que ponen muchas vidas en peligro y causan daños severos a la producción de alimentos. No estamos hablando de una opción, sino de una necesidad impuesta por la naturaleza.
Así como estamos volcando recursos hacia las plantas de Punta Catalina, porque sin duda son necesarias, tenemos que invertir en estas obras hidráulicas imprescindibles. Debemos actuar pronto porque el cambio climático no deja más opciones.

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