El Tribunal Supremo de Canadá legaliza el sexo con animales; el gobierno suizo pidió al congreso legalizar sexo padres/hijos, y el Estado de New York autoriza aborto hasta el último día antes de nacer.
Este aborto significa picar el niño en pedacitos e irlos sacando hasta recomponerlo en la mesa quirúrgica,como si fuera un rompecabezas, para asegurarse que ninguna pieza se quede dentro del útero.
El dilema es que, si lo dejan salir vivo, ya no lo pueden picotear, y por eso se autoriza hacerlo en el útero. Esto tiene como antecedentes la normalización de la homosexualidad (1973), y la reciente normalización de todas las desviaciones sexuales en el DSM-5 (2013).
El hecho es que, los mismos argumentos que antes se usaron para la homosexualidad, sirven ahora para las otras desviaciones sexuales, para la pedofilia, e incluso para la poligamia o la poliginia, pues, si se normaliza el sexo entre dos hombres, ¿cuál razón lógica impide la unión voluntaria entre un hombre con varias mujeres, o varios hombres con una mujer?
Este cambio de paradigmas, aunque coincide con la cibernética y la era especial, viene de mucho antes, y surge con el movimiento hippie de los años 60. Aquello fue una contra-respuesta al fundamentalismo evangélico, pero se fueron al extremo opuesto, no como razonamiento lógico, sino por ese impulso ciego de la naturaleza humana hacia la polarización.
Los hippies pidieron ‘amor libre’, ‘mariguana’, ‘vivir en comunas’, ‘sí al amor, y no a la guerra’, y ‘búsqueda de nuevas formas de religiosidad’, justo lo contrario de lo que sus padres les habían enseñado. Luego vino el SIDA, incremento de enfermedades venéreas y de la familia uniparental, crisis ética en el liderazgo, y deterioro social, pero, como no era sostenible, los hippies desaparecieron, y algunos intelectuales recogieron su legado y lo transformaron en ideología, en lo que se llama hoy postmodernismo.
El postmodernismo, como herencia de los hippies, domina los constructos mentales del presente siglo, y es la antítesis que acabará en Occidente con la sociedad de bienestar, y con su protección desde la cuna hasta la tumba, ¡el mayor logro humano en toda la historia!