A pesar de la fortaleza de la industria turística en la economía dominicana, la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores) considera que los incentivos fiscales deben mantenerse por el gran nivel de retorno que representa esta actividad y además que este esquema es usado en destinos de competencia.
Joel Santos, presidente de la entidad, recordó que los incentivos buscan equiparar al país con los demás destinos y servir de sustituto para las ineficiencias interna que aún prevalecen.
Manifestó que estos deben ir de acuerdo a los parámetros de otros países y como el sector pueda ir mejorando.
Apuntó que un elemento limitante en el país es el servicio eléctrico que todavía no llega a los niveles de eficiencia esperados.
“Todavía hay importantes inversiones en plantas eléctricas de emergencias que tienen que hacer lamentablemente los entes turísticos”, expresó.
Santos habló del tema durante el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio junto a otros ejecutivos de la entidad como Andrés Marranzini, vicepresidente ejecutivo; Rafael Blanco Tejera y María Vásquez, vicepresidentes y Manuel Quiterio Cedeño, asesor en relaciones públicas.
Retorno. Marranzini indicó que la importancia del incentivo es el retorno que puede representar y que en caso del turismo es una inversión positiva.
Citó que la actividad turística representa un 6% del PIB mientras solo recibe el 2.5% del total de todas las exenciones fiscales o gasto tributario del Gobierno.
En total el Gobierno tiene exenciones por alrededor de RD$200,000 millones, de los cuales RD$5,000 millones corresponden al sector turístico, destacó Santos.
Mientras Cedeño apuntó que en el 2015 el Gobierno recibió RD$45,000 de ingresos por el turismo, lo que equivale a nueve veces a los recursos por exenciones. Mientras que los ingresos al país por turismo al 2015 fueron de US$6,153 millones y el consumo fue US$382,000 millones.
Un modelo. Marranzini señaló que toda la zona del Caribe está emulando el sistema de incentivos y tributario que la República Dominicana aplica en el turismo.
“Cambiar eso o alterarlo definitivamente nos pondría en desventajas”, expresó el ejecutivo de Asonahores.
Recordó que las inversiones en el sector van hacia los destinos que puedan ser más eficientes, por lo que necesitan un escenario más competitivo.
Santos añadió que países como México destinan aún más facilidades a la industria turística y nuevos competidores lo están superando. “Tenemos que estar atentos para que realmente podamos seguir siendo más exitosos que es lo que la economía dominicana está demandado”, manifestó el presidente de Asonahores.
Después de la ley. Los ejecutivos explicaron que luego de la actualización de la ley de incentivos, en diciembre del 2013, se activaron las inversiones.
Citaron que entre el período 2015-2016 los proyectos concluidos y en desarrollo aumentaron en un 11% y aproximadamente en 17% de las habitaciones han sido renovadas o están en renovación.
Aseguraron que se encuentran en un momento de dinamismo nunca visto lo cual se evidencia con la intención de importantes grupo hoteleros que están interesados en incluir a República Dominicana en sus planes de expansión para sustituir habitaciones cerradas en regiones conflictivas que están perdiendo su turismo tales como al Norte de África y en Oriente.
Es por tanto que los empresarios turísticos sostienen que el régimen fiscal que ha estimulado estas inversiones hay que preservarlo.
“Hemos mantenido una estructura fiscal competitiva basada en un esquema de incentivos que ha evolucionado acorde a las realidades del entorno y nos ha convertido en un destino abierto a la inversión”, expresó Asonahores.