Hoy que nos encontramos en la germinación y proliferación de un importante y reflexivo debate, sobre la búsqueda y consolidación de más espacios para la juventud. En aras de que los mismos, puedan aportar y desempeñar el rol que están llamados a jugar en una sociedad que es; cada vez más cambiante y exigente. En ese fecundo intercambio de ideas, encontramos diversas e enjundiosas posiciones, tanto desde una perspectiva receptiva y favorable, como con otras, más conservadoras y a veces hasta imperiosas.Arguyendo dos tesis inverosímiles que son: 1ro, la necesidad de que los jóvenes esperemos un supuesto proceso biológico y 2do. La antiquísima y exitosa habilidad de presentar como sinónimos; a juventud e inexperiencia.

La Edad Antigua

En virtud de ello, nos vemos compelidos hacer una retrospectiva histórica a los fines de demostrar, que han sido los jóvenes que, en el mayor de los casos hemos escrito la historia.Por ejemplo, a pesar de las grandes interrogantes, fantasías, mitologías y leyendas que envuelven la historia y fundación de Roma, la idea más aceptada y ponderada por los historiadores es,que el 21 de abril del año 753 a. C. se fundó en la península itálica por Rómulo y su hermano Remo. La que vendría a convertirse sin duda alguna, desde el punto de vista sociopolítico; en el imperio más poderoso e importante que haya visto la humanidad. Esa emblemática ciudad y posterior Estado que cambió el curso de la historia, mediante la occidentalización del pensamiento que existe en la actualidad; fue fundada por dos jóvenes de 18 años.

Así mismo, en el año 336 a. C. Asciende al trono, el más grande de todos los conquistadores que ojos humanos hayan visto, como lo fue Alejandro el Grande rey del Imperio Macedonio. Quien logró inclusive, lo que no pudo lograr su padre Filipo II de Macedonia, y fue, conquistar el gran “Imperio Persa”, varias ciudades de Asia Menor, varias Islas del Mar Egeo, consolidar las fronteras de los Balcanes y cual si fuera poco; extendió su reinado por, Hélade, Egipto, Anatolia, Oriente Próximo, Asia Central, por los ríos Indo y Oxus hasta la India. Y todo eso; lo comenzó a la edad de 20 años.

De igual forma, Aníbal, el más ganador de batallas y, el más importante y brillante estratega militar de todos los tiempos. Comenzó a conquistar ese bien merecido título a la edad de 29 años.

La Edad Media

Muchos años más adelante, los jóvenes siguieron escribiendo con tinta indeleble gran parte de la historia que ha marcado el hilo conductor y evolutivo de la humanidad. Verbigracia, El Sultán Otomano Mehmed II derrocó y tomó lo que se conoció como al antiguo “Imperio Romano de Oriente o Bizantino”. Acontecimiento tan importante de nuestra historia que, con él, se considera finalizada la edad media, dando origen al advenimiento del poderoso y gran Imperio Otomano que se extendió y prolongó por más de 500 años y, a pesar de las mencionadas faltas de inexperiencias que nos adjudican a los jóvenes, dicho acontecimiento lo realizó el Sultán Mehmed II a la edad de 21 años.

La Edad Moderna

Así mismo, nadie puede negar que, dentro de los acontecimientos más importantes de la edad moderna, la independencia de los EE. UU y la Revolución Francesa, fueron fundamentales y en ellos también; fueron los jóvenes los principales arquitectos. Por ejemplo, de los 7 “Padres Fundadores” de EE. UU 4 eran jóvenes. Hamilton 21 años, Jay 31, Madison 25 y el gran Thomas Jefferson solo tenía 33 años cuando independizaron a los Estados Unidos de Gran Bretaña. De igual forma, la Revolución Francesa, constituye uno de los acontecimientos políticos más importantes de la historia occidental. Empero, les duele señalar que cuando se realizó la misma, sus dos figuras más emblemáticas Danton y Robespierre; apenas tenían 30 y 31 años.

La Edad Contemporánea

Paradójicamente, hoy somos los jóvenes los que andamos peleando por espacios porque las “Gerontocracias” imperantes se niegan a reconocer que. Bolívar fue declarado Libertador a los 30 años, que Duarte con 31, Mella con 28 y Sánchez con 27 años, independizaron la República, que Fidel Castro comenzó a cambiar el curso de la historia latinoamericana con el triunfo de la revolución con 33, que cuando Luther King empezó a convertirse en uno de los líderes más grandes del mundo; apenas cumplía 26 años, que Caamaño enfrentó al imperio más poderoso del planeta con 33, que Bouazizi desencadenó la “Primavera Árabe” con 26 y, que el legendario e inmenso, Juan Emilio Bosch y Gaviño, se convirtió en la figura más importante del exilio y fundó el otrora PRD; cuando apenas tenía 30 años de edad.