BRADENTON, Florida.
Recordemos abril del 2015, mes en el que el dominicano Hanley Ramírez fue el mejor bateador de los Medias Rojas y estuvo entre los jugadores ofensivos de más impacto en la Liga Americana.
¿Qué pasaría si los Patirrojos del 2016 recuperaran a aquel Ramírez y lo mantuvieran produciendo de esa forma durante una temporada completa?
«Bueno, si pudiéramos tomar aquel mes de abril y multiplicarlo por seis, nos iría bien», dijo al respecto el capataz de la novena de Boston, John Farrell.
Aun con todo el énfasis que se ha puesto en la transición de Ramírez a la primera base, lo que más les urge a los Medias Rojas es que el quisqueyano recupere la forma en la caja de bateo. Un Ramírez productivo representa un bate de impacto para Boston detrás de Mookie Betts, Dustin Pedroia, Xander Bogaerts y el veterano dominicano David Ortiz.
Ramírez podría ser el factor que determine si la ofensiva de los Medias Rojas será por debajo del promedio o se convertirá en una de las mejores de Grandes Ligas.
«Estamos hablando de un bateador para la parte gruesa del orden ofensivo que estuvo entre la élite de la Liga Nacional por mucho tiempo», dijo Farrell. «Podríamos hablar hasta el cansancio de lo mucho que profundiza nuestro lineup. Estamos hablando de un bateador de primera clase. Alguien así es capaz de transformar a cualquier equipo».
Cuando se trata del decepcionante 2015 de Ramírez, el momento decisivo ocurrió el 29 de abril, cuando el quisqueyano se estrelló contra el muro en territorio foul durante un juego en el Fenway Park.
En aquel momento, Ramírez bateaba .293 con 10 jonrones, 22 remolcadas y OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .999 en 82 turnos al bate. Después del choque, su promedio fue de .238 con nueve bambinazos, 31 carreras producidas y OPS de .644 en 319 turnos al bate.
«Desde el momento en que chocó con la pared, no estuvo bien. En ese momento, uno no quería reconocerlo y no queríamos pensar que ese pudiera ser el caso», dijo Farrell. «Pero mirando atrás, eso afectó mucho su desempeño. Es un muchacho concienzudo. Eso es lo que puedo asegurar que hemos aprendido acerca de él. Sí le importa. Es concienzudo. Entonces, le afectó ver que no pudo producir como acostumbra a hacerlo».
Ahora, Ramírez tiene la oportunidad de darle vuelta a la hoja y regresar como en sus mejores años con el madero en las manos.