La Junta Central Electoral (JCE) comenzó este martes el proceso de selección del personal que integrará la junta electoral de cada municipio. Una tarea laboriosa que está bajo la responsabilidad de la Comisión de Juntas Electorales y Partidos Políticos, coordinada por la doctora Carmen Imbert Brugal, miembro titular de la JCE. Es muy positivo que, como en ocasiones anteriores, los partidos políticos, las entidades de la sociedad civil y los ciudadanos en general participen en la selección de las personas que dirigirán estas juntas. En general, en el pasado esta fue una experiencia útil. La Junta Central Electoral tiene sus términos de referencia para la escogencia de este personal, siempre de acuerdo a la Constitución de la República, las leyes y los reglamentos.
La exhortación de este diario para quienes participarán en estas jornadas de escogencia, iniciada en el municipio Santo Domingo Norte, es que se fijen en los méritos de las personas propuestas. Tenemos que acostumbrarnos a llevar a los puestos importantes a los ciudadanos y ciudadanas que tengan mejor hoja de servicio, que se distingan por su sensibilidad social, por sus preocupaciones cívicas, por su competencia y por su ética. La elección de las autoridades nacionales, legislativas y municipales constituye un momento solemne y esencial para la democracia. Por lo tanto, los organismos que hacen posible la organización de los comicios deben estar formados por personas que tengan una clara comprensión y respeto hacia el acto sacrosanto de votar.

Reclamos de la gente de Comajón

Según el relato de nuestro corresponsal Rafael Santos, los residentes en la comunidad de El Comajón, jurisdicción de Tenares, están pasando las de Caín. Desde hace más de un año no tienen una vía por donde los vehículos puedan transitar, no hay camino vecinal alternativo y tienen que tomarse el agua que sacan directamente de un riachuelo, sin ningún tratamiento para potabilizarla. Pero su lamento mayor es que nadie los escucha, ni siquiera el Gobernador Provincial ni la alcaldesa. Probablemente, estas necesidades tan elementales de los habitantes de El Comajón se resuelven con un poco de voluntad de gestión y unos chelitos. Ojalá que aparezcan quienes puedan ayudar a estos ciudadanos.