Wei Lu and Anders Melin
Si la meta en su vida es ser un director general que recibe un alto sueldo, el país ideal para lograrlo es Estados Unidos. Pero si su sueño es solo ser más rico que el resto de la sociedad, Sudáfrica e India también son buenas apuestas.
En cualquier caso, probablemente lo mejor es evitar Tailandia, Polonia y China.
Una clasificación hecha por Bloomberg de la compensación pagada a directores generales en compañías que se incluyeron en índices de referencia en 25 de las principales economías del mundo muestra que, por mucho, los cheques más cuantiosos se entregan en Estados Unidos. Los directores de los 500 negocios de la clasificación de S&P reciben paquetes de compensaciones que promedian US$16.9 millones, cerca de 2.6 veces más de lo que se entrega a sus contrapartes de otros países. En segundo lugar, los directores suizos obtienen 1.6 veces el promedio.
Índice global de pagos a directores generales. El índice global de pagos a directores generales rastrea la compensación promedio a directores generales de compañías que forman parte del índice primario de valores de sus países correspondientes ponderado mediante la capitalización de mercado.
En China el pago es 90 por ciento inferior al promedio, estas estimaciones por lo menos se basan en lo revelado por compañías que se encuentran en el índice de Shanghai Shenzhen CSI 300. En este típicamente se reporta un nivel anual de compensaciones que ronda los US$640,000. Sin embargo, los directores de empresas estatales gozan de valiosos incentivos que incluyen vivienda y entretenimiento, rubros que en ocasiones no se mencionan en la información presentada.
En una segunda clasificación la baraja se desordena un poco, al comparar el pago a directores generales con el ingreso generado por persona, medición aproximada de lo que obtienen los directores en relación con la sociedad en la que sus compañías cotizan. Ese referente pone el pago a directores de Sudáfrica e India por encima del hecho en Estados Unidos.
¿Qué tan bien se compensa a los jefes? En la proporción se compara la compensación a directores generales con el producto interno bruto per cápita ajustado para reflejar la paridad del poder adquisitivo, que muestra cuánto ingreso genera la persona promedio.
Hay innumerables razones detrás de las disparidades internacionales en los paquetes de compensaciones. Una de las más importantes es el tamaño. En Estados Unidos se encuentran muchas de las compañías más grandes del mundo que cotizan en la bolsa.
El costo de la vida también es una de las explicaciones. Resulta mucho más costoso tener una vida espléndida en Norteamérica y Europa Occidental que en lugares como Tailandia, en donde los directores generales apenas se llevan alrededor de US$60,000, que en cualquier otro país clasificado es muy poco.
En otros casos de trata de una cuestión cultural. En Japón, los pagos cuantiosos típicamente se consideran un tabú, ya que son señal de avaricia.
Además, los impuestos y reglamentaciones también cuentan.
Los pagos a altos ejecutivos en Estados Unidos se han incrementado rápidamente desde la década de 1990 a medida que los consejos directivos recurren cada vez más al capital accionario para ofrecer compensaciones a los directivos, lo que permite que las compañías aprovechen las deducciones fiscales por compensaciones vinculadas al desempeño. Los directores de compañías globales están bajo presiones, por un lado, de inversionistas que no desean compensar a sus directivos si no hay aumento del valor de las acciones y, por otro, de ejecutivos que comparan el monto de su cheque con el de colegas mejor remunerados en otros países.
Inequidad de ingresos. En algunos países, los crecientes niveles de pagos han suscitado el debate sobre la inequidad de ingresos, desencadenando el rechazo público. Las compañías de diversos países, entre ellos el Reino Unido y España, ahora han impuesto la votación obligatoria de accionistas sobre los pagos a ejecutivos, la cual se realiza cada tres años. En 2013 la Unión Europea dispuso que se limitara la compensación basada en desempeño en los bancos.
En Estados Unidos, por lo menos, a partir de 2017 los negocios tendrán la obligación de revelar más información, comparando el pago de un director general con el pago de un mando medio.