Los números de la economía dominicana

Los números de la economía dominicana

Las autoridades monetarias publicaron los principales datos macro-económicos de los primeros nueve meses del 2014, la sorpresa fue que la economía creció 7%, por mucho supera el promedio de 3.7% de los mismos meses del periodo 2008-2013, y es la segunda tasa más alta registrada desde el 8.7% del 2010.

En 6% estiman el crecimiento del 2014 y 5% para el 2015, por la demanda interna y mejores términos de intercambio (aumento ingresos de divisas). Superan el pronóstico conservador de Cepal y el FMI para América Latina y el Caribe, de 2.2% para el 2014 y 3% el 2015, que hablan de caída en la inversión pública y privada, poco dinamismo de la demanda interna y menores precios para las materias primas, que resumo diciendo por la estrecha relación de la Región con el ciclo chino.

Sobre el crecimiento a septiembre el reto de las autoridades monetarias es tratar las inconsistencias, que el simple ciudadano resume así: a dónde fue a parar lo que le correspondía, porque no vio la bonanza y lo que sintió fue reducción del dinero en sus bolsillos. Que el analista independiente traduciría de esta manera: cómo es posible que aumentaran y mucho las actividades económicas si se redujo el dinero en las calles. Se apoya en las estadísticas (enero-septiembre del 2014), dicen que la base monetaria (billetes y monedas en circulación más reservas bancarias) se redujo 8% y 1.1% el medio circulante (dinero en la calle más depósitos en cuenta corriente) y, no obstante la fuerte restricción monetaria, la economía aumentó 7%.

Observa que se rompe la relación positiva que históricamente ha existido entre ambas variables, que el producto crece cuando aumenta el circulante. Y pondría como ejemplo, para no ir muy atrás, que en promedio el PIB nominal creció a una tasa interanual de 10.10% y el medio circulante 13.40%, periodo 2006-2013. Que la economía se multiplicó 2.15 veces y el dinero 2.60 veces, cumpliéndose lo que siempre han dicho los monetaristas, que la variación del PIB nominal lo determina-principalmente- cambio en la cantidad de dinero. La respuesta no debería ser que, en esta ocasión, se cumplió el concepto Keynesiano de que el dinero no es importante en el cambio del PIB, que aumenta pero después que lo hace la economía. Sería equivalente decir que el público perdió confianza en el peso, con rapidez salió del efectivo y aumentó la velocidad de circulación de la moneda. Lo que no sucedió, lo demuestra la inflación interanual de 2.83% a septiembre, explicada por la caída en la cantidad de dinero en las calles y por el control del déficit fiscal.

En cambio, los datos del sector externo proyectados para el 2014 son coherentes con el sentir del simple ciudadano y básicamente dicen dos cosas: que la tasa de cambio se mantendrá estable y aumentarán las reservas internacionales netas. Porque la diferencia (US$1,416 millones) entre el proyectado flujo de divisas del exterior (exportaciones, remesas y entrada de capital) de US$22,523 millones y los US$21,107.2 millones del 2013, pagaría el incremento (US$672 millones) de las importaciones y habría un sobrante (US$744 millones) para aumentar las reservas internacionales netas, por lo que el tipo de cambio no tendría razón para aumentar.

 

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