Los partidos

Los partidos

Los partidos políticos en la República Dominicana no se han distinguido por practicar la democracia interna, sus dirigentes principales se eternizan en las posiciones que ocupan, y sus estructuras directivas son poco menos que inoperantes.
Recientes decisiones tomadas en un abrir y cerrar de ojos por dos importantes partidos, demuestran que estos están manejados por una élite en su beneficio personal, dejando a los dirigentes medios y a las bases marginadas, pese que sin sus votos, no pueden alcanzar el poder.
Sin entrar en un análisis detallado de su gestión de gobierno, aceptamos que desde el punto de vista material, el PLD en su largo ejercicio al frente de la cosa pública, ha realizado un buen trabajo.
Ahora bien, yo me pregunto, ¿es sano para una nación que no se produzca la alternancia, y que se mantenga el mismo partido y las mismas personas gobernando siempre? Personalmente, creo que esto no es conveniente, la alternabilidad es fundamental para el sistema democrático, que debe funcionar con pesos, controles y contrapesos, para que la ciudadanía se sienta representada y protegida. En estos momentos eso no ocurre.
La permanencia en el poder por un largo período de tiempo de un mismo partido en un país donde las instituciones son muy débiles, como ocurre en el nuestro, permite que el abuso se convierta en norma, y que las posibilidades de fiscalización y control de la gestión pública, sean prácticamente imposibles.
Para muestra un botón, el caso del patrimonio del diputado Camacho revela la inoperancia de las leyes y nos indican que los cambios que se han producido en los procesos de compra y contrataciones son más de naturaleza cosmética que otra cosa.
La fábrica de presidentes en que se convertiría el PLD, vaticinada por el Dr. Leonel Fernández, se ha congelado en dos personas, parece que la pararon o la incubadora no dio para más.
Creo que ese Partido le ha dado más de lo mismo a la ciudadanía durante demasiado tiempo, y esta parece estar cansada de ver los mismos rostros.
Del lado de la oposición, lo que vemos son egos sobredimensionados, fragmentación, poco espíritu para la unidad y el diálogo, y ausencia de verdaderos liderazgos.
Con ese panorama, a pesar del sentimiento creciente de la necesidad de un cambio, es poco probable, que sin una modificación drástica en la situación descrita, este se produzca.
También puede suceder, que de manera inesperada ocurra un fenómeno, que dé origen a un líder de derechas o izquierda, que diga lo que los votantes quieren oír y logre los apoyos necesarios para convertirse en un candidato con posibilidades de ganar.
En cuanto a la circunstancia de que se intente modificar de nuevo la Constitución, para permitirle al Presidente su repostulación, soy de los que creen que el Lic. Danilo Medina no transitará ese camino, existen factores que señalan que esa vía no es conveniente.
La historia nos enseña que torcer el curso natural de los acontecimientos forzando situaciones ya establecidas, por exceso de ambición, nunca ha dado buenos resultados, siendo causante de serios problemas que deben servirnos de lección.
Muchos imponderables existen, tanto en el PLD como en la oposición, pienso que el resultado de las elecciones no está tan claro como algunos creen.

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