Los principales retos para el sector industrial y para el país en términos productivos son el fortalecimiento de la alianza de sectores productivos, ampliar la capacidad productiva, cambiar los déficits de balanza comercial por superávits, seguir avanzando en las condiciones que hagan posible la innovación, la competitividad y la generación de muchos más empleos formales.
Además la implementación de 80 medidas para elevar la competitividad del sector industrial, fomentar la formalidad de las empresas, aprobación de leyes y pactos, y profundizar la relación academia-sectores productivos con el apoyo estatal.
Así lo afirmó Celso Juan Marranzini, al asumir el cargo como nuevo presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD).
Marranzini planteó que los retos antes mencionados guían el accionar en un mundo en que la manufactura se transforma de la mano de la innovación tecnológica, la inteligencia artificial y el libre comercio.
Consideró que durante el 2018 se registraron avances, no obstante aún no se ha alcanzado la meta.
Expresó que el sector industrial dominicano está más que consciente de las transformaciones que se producen en la manufactura y en el intercambio comercial a nivel internacional.
También de que no responder a estos cambios a tiempo y del modo adecuado, es perder la oportunidad de constituirnos en la potencia industrial de la región que tanto se ha soñado.
Agregó que la Cuarta Revolución Industrial, nuevas tendencias hacia la regionalización de los flujos de comercio, el cambio climático, cambios políticos y sus consecuentes efectos sociales y económicos, serán factores a tomar en cuenta para el necesario crecimiento.
“Estamos ante una magnífica oportunidad de dotar a República Dominicana de una base fuerte para el desarrollo económico y social para los próximos años, siempre que logremos hacer los cambios que se han logrado para otros sectores, con una visión y reglas constantes de largo plazo, porque el desarrollo social más sólido es el que se fundamenta también en el desarrollo sostenible tomando la industria como punta de lanza”, dijo.
Sobre los retos argumentó la necesidad de continuar fortaleciendo alianzas con los demás sectores productivos, turismo, agroindustria y zonas francas.
Además atraer nuevas inversiones, ampliar la capacidad productiva, que las industrias trabajen en nuevos productos para las necesidades de los mercados nacional y de exportación.
Por igual, el reto de pasar de ser un país de importadores, a uno de exportadores.
Añadió que declarar el 2019 como año de la Competitividad y la Innovación es un reto a seguir avanzando en las condiciones que hagan posible la innovación, la competitividad y la generación de más empleos formales desde el sector industrial, conscientes de que la mejor política social es un empleo bien remunerado. En ese sentido, sostuvo que es un reto que el arduo trabajo realizado en el seno del Consejo Nacional de Competitividad, en donde fueron acordadas más de 80 medidas muy importantes para la competitividad del sector y la promoción de las exportaciones industriales, sean sometidas por el Poder Ejecutivo y aprobadas por el Congreso Nacional.
Citó como otro desafío continuar tomando las medidas necesarias para fomentar la formalidad de las empresas.
También la modificación del Código Laboral, la firma del Pacto Eléctrico, la aprobación de las leyes de Ordenamiento Territorial y de residuos.
Por último, mejorar la calidad educación superior.