Los problemas de Italia son mayores que los de Francia

Los problemas de Italia son mayores que los de Francia

Los problemas económicos de Italia son, en muchos sentidos, peores que los de Francia, por lo que aún cuando Emmanuel Macron gane las elecciones francesas no es seguro que vuelva la estabilidad a la zona del euro.
Según un trabajo publicado en Bloomberg por Ferdinando Giugliano, la deuda pública ha llegado a casi el 133 por ciento del Producto Interno Bruto; en Francia es del 96 por ciento. La última vez que Italia creció más rápido que Francia fue en 1995.

“Ambos países han tenido dificultades para seguir siendo competitivos en el plano internacional, pero la productividad francesa ha crecido aproximadamente 15 por ciento desde 2001, en tanto la de Italia se ha estancado”, expresa la publicación.

Y agrega: “Mientras tanto, la política italiana va de mal en peor. El Movimiento 5 Estrellas, una fuerza populista que quiere que se celebre un referendo sobre la membresía de Italia en el sistema europeo, tiene alta adhesión en las encuestas y ahora empata con el centrista Partido Demócrata. La elección general, fijada para la próxima primavera boreal, probablemente no produzca un ganador claro y hasta hay un pequeño chance de que dé lugar a un gobierno euroescéptico si el Movimiento 5 Estrellas obtiene suficientes votos y forma una alianza con la Liga del Norte, que es ferozmente contraria al euro”.

La publicación ofrece estas explicaciones sobre la dimensión del problema de Italia y sobre su posible efecto desestabilizador en la zona del euro:
“En Italia, los eurófilos buscan con ahínco un Macron italiano –alguien que pueda ofrecer un remedio liberal para los males económicos italianos mientras combate la amenaza de una salida de Italia del bloque–.

A los inversores les gustaría eso. En el otoño boreal, el Banco Central Europeo parece decidido a desacelerar sus compras de deuda gubernamental. La perspectiva de una inestabilidad política en Roma podría ahuyentar a los inversores, creando dudas sobre la sustentabilidad de la deuda italiana.

En muchos sentidos, Matteo Renzi, el exprimer ministro italiano que renunció después de una aplastante derrota en el referendo constitucional de diciembre, sería la elección obvia. Con 42 años, es solo tres años mayor que Macron. Él también intentó modernizar la izquierda, aunque prefirió ascender a través de las filas de su partido, en vez de crear uno nuevo como hizo Macron.

El problema es que Renzi parece cada día más una fuerza gastada. Acaba de obtener un nuevo mandato como líder de su partido, pero muchos italianos dudan de sus promesas porque renegó de un compromiso de dejar la política si perdía el referendo.

Su mensaje también se ha vuelto contradictorio. Dice estar a favor de la Unión Europea, pero no pierde oportunidad de atacar a Bruselas –por imponer la austeridad fiscal, especialmente-. ¿Por qué los votantes habrían de optar por el euroescepticismo tibio de Renzi cuando pueden tener algo más tangible?

Un año es mucho tiempo en política. Los italianos todavía podrían cansarse del Movimiento 5 Estrellas y decidir que Renzi ofrece una alternativa más segura –pero no cuenten con ello-. Con suerte, Francia está a punto de indicar que la razón aún prevalece en la política europea. Italia sigue siendo capaz de demostrar lo contrario”.

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