Lucro cesante en la Zona Colonial

Lucro cesante en la Zona Colonial

El diccionario Esencial de la lengua española de la Real Academia Española (RAE), define así este término. “Lucro cesante, M. Der. Ganancia dejada de obtener como consecuencia del incumplimiento de una obligación, por la infracción de un deber o por sacrificio patrimonial legítimo. Normalmente debe ser indemnizada por el causante del daño”.

La Zona Colonial o la Ciudad de Ovando, está bajo un proyecto de reestructuración que fue iniciado en el mes de abril de 2012, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo por un valor de US$30 millones y una contrapartida del Gobierno Dominicano de US$1.2 millones.

Inicialmente, los trabajos de construcción e investigación arqueológica contratados tendrían una duración de aproximadamente ocho meses. Sin embargo, han transcurrido más de dos años y medio y su terminación por el momento no se vislumbra a corto plazo, debido a que las excavaciones han confrontado el problema de las lluvias en el mes que discurre. Además, la inestabilidad de los suelos como consecuencia del lodo causado por el movimiento de equipo pesado para la excavación de los drenajes, el soterrado de los cables del tendido eléctrico y de las líneas telefónicas.

Según la arquitecta Maribel Villalona, directora del Programa de Fomento al Turismo Ciudad Colonial, más del 80% de los cables no están en uso. En tal virtud, hizo una exhortación a las compañías prestadoras de servicios – especialmente las telefónicas – a remover los mismos, ya que el objetivo final es eliminar los cables aéreos y soterrados, tal y como se hizo en la calle El Conde.

Un punto a favor de las empresas contratistas ha sido el remozamiento de las fachadas de las casas coloniales, las cuales se encontraban en un estado de avanzado deterioro. Esto significaba un descuido para que los turistas pudiesen disfrutar de la ciudad Primada de América, tal y como lo hacen en el Viejo San Juan de Puerto Rico.

De su lado, el presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (ASONAHORES), en su 28ava. Exposición Comercial efectuada en Bávaro, reconoció el enorme retraso de estos trabajos en la Zona Colonial, lo cual ha provocado una recesión en los negocios instalados en la misma, especialmente aquellos que se dedican a la venta de artesanías, por las dificultades que confrontan los usuarios en el desplazamiento vehicular por estar la mayoría de las calles en reconstrucción.

Denuncias y lamentaciones no compensan las pérdidas sufridas por los negocios de la Zona, especialmente los más pequeños. Por lo tanto, habría que determinar quién compensará estos daños; el Estado o las compañías contratadas, culpables de las demoras. Según el Repertorio Jurídico de Cabanillas: “El interés se determina no solo por el daño causado, sino también por el lucro no percibido”. En el caso que nos ocupa, es evidente que los negocios de la Zona en construcción no solo han sufrido una merma en sus operaciones, sino también hay que contar con el lucro no percibido.

Somos de opinión, que el Estado Dominicano y los contratistas de las obras, deben compensar a los negocios de la Zona que puedan justificar el alcance del perjuicio recibido. También, se debe obligar a las compañías contratistas a acelerar el proceso de terminación de todas las obras de la Zona Colonial y lugares aledaños. Obrando así, creemos que los daños y perjuicios serán reparados en su justa dimensión.

 

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