Luna de miel Macri mercado cambiario ha terminado

Luna de miel  Macri  mercado cambiario ha terminado

La luna de miel de Mauricio Macri ha terminado, por lo menos en el mercado cambiario.
El peso cae a nuevos mínimos frente al dólar casi a diario, un derrumbe que resulta más inusual en momentos en que las monedas de los mercados emergentes –y del mundo desarrollado- se fortalecen contra el dólar.
Es producto de la creciente preocupación que genera que el banco central se vea presionado por el gobierno de Macri a ceder en la lucha contra la inflación a los efectos de dar un impulso adicional a la economía.
El peso, que ha bajado 4,9% contra el dólar, supera el desempeño de una sola moneda en el mundo, el kwanza angoleño.

Es irónico que sea una presunta interferencia del gobierno el motivo de la liquidación del peso dos años después de que Macri asumiera la presidencia con la promesa de poner fin al tipo de distorsiones económicas de su predecesora, Cristina Fernández de Kirchner.
Si bien no cabe duda de que la economía y las finanzas argentinas están en mucho mejor estado en la gestión del exjefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires –con acceso a los mercados globales de capital, bolsas en ascenso y un contexto empresarial positivo-, la Argentina favorable a los mercados que se había prometido a los inversores no se ha concretado del todo.

“Todo era idílico cuando (Macri) asumió”, dijo Ray Zucaro, director de inversiones de RVX Asset Management en Aventura, Florida, que tiene una ponderación inferior al promedio en deuda local argentina y una sobreponderación de bonos en dólares del país. “Ahora ha llegado la parte trabajosa del matrimonio, y Macri tiene que revertir muchos años de malas decisiones en política económica”.

Las dudas sobre la independencia del banco central pasaron a un primer plano la semana pasada cuando las autoridades inesperadamente bajaron las tasas de interés en una segunda reunión consecutiva, lo que llevó a los analistas a preguntarse por la disparidad entre las medidas laxas y un lenguaje más conservador.

Eso se produjo después de que Argentina aumentara su objetivo oficial de inflación de 10 por ciento a 15 por ciento para 2018, lo que alimentó la especulación de que el presidente del banco central, Federico Sturzenegger, podría estar bajo presión del gobierno para bajar las tasas. Costos crediticios más altos podrían poner en peligro una incipiente recuperación económica que los críticos han dicho que tardó en llegar luego de la entrada en funciones de Macri, quien dijo el jueves que el banco central tiene “absoluta independencia”. Si bien el banco central no contestó una solicitud de declaraciones, Sturzenegger dijo en una entrevista del periódico Perfil que apoya la libre flotación del peso. La inflación concluyó 2017 en 25%.

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