Muchas parejas deciden  optar por las madres de alquiler porque sienten así que su hijo es “suyo”, pero mucho critican esta práctica

El actor estadounidense Dennis Quaid y su mujer, Kimberly Buffington, serán padres de gemelos a través de una “madre de alquiler”. Hace tres años que se casaron, pero parece ser que han tenido problemas para que Kimberly se quede embarazada. Cada vez más personas eligen este método para aumentar la familia, ¿Por qué?

A Dennis Quaid lo conocemos por películas como “Traffic”, de Steven Soderbergh, “El Día de Mañana”, de Roland Emmerich o “American Dreamz”, de Paul Weitz. Y justamente ahora Quaid ha podido disfrutar del sueño americano y, a falta de un hijo, ¡tener dos!.Pero no es el primer pequeño para Dennis, ya que cuenta con un jovencito de 15 años, Jack, gracias al matrimonio que, entre 1991 y 2001, mantuvo con la también actriz Meg Ryan. Anteriormente también estuvo casado con la intérprete Pamela Jayne Soles, aunque no tuvo ningún hijo con ella. La práctica de la “madre de alquiler” es bastante habitual en Estados Unidos. Se trata de una especie de “embarazo por contrato” en el que el contratante elige un “útero huésped” que puede haber sido engendrado por inseminación artificial. Lejos de lo que se pueda pensar, no es fácil encontrar a una madre de alquiler. Por eso cada vez más se acuden a países como India para encontrar una mujer que quiera llevar a cabo esta formalidad.

El ICMIR (Consejo Médico de Investigación de la India), organismo que rige la carrera médica en el país, controla que las  madres de alquiler no superen los 45 años, que pasen la prueba del VIH y que no tomen drogas, entre otras características.

El problema que hay en este país es que muchas madres de alquiler no son aceptadas, así que deben de vivir en otro pueblo distinto al de origen para no ser rechazadas.

ALEGAL

Pero no en todos los países está permitido este tipo de maternidad. En Perú, el ministro de salud, Carlos Vallejo, recordaba a finales de año que el vientre de alquiler está prohibido en el país, aunque reconocía que había un vacío legal en cuanto a penalizaciones.

Aunque parezca mentira debido al control de la natalidad por parte del gobierno, en China también prolifera esta práctica. El diario “China Daily” publicaba hace un par de meses que son, sobre todo las parejas de clase alta,  las que demandan esta forma de tener hijos. Quizá porque son los únicos que se pueden permitir el pagar los más de 6.000 dólares que cuesta el proceso.

En Europa también se plantea este problema. En Francia, por ejemplo, entre 300 y 400 parejas al año demandan este “servicio”. Estos datos, divulgados por el periódico Libération, sacaron a la luz que, aunque es una práctica ilegal en el país. EFE REPORTAJES.