El mango contiene un 83 % de agua, y a pesar de su sabor dulce nos aporta pocas calorías y azúcares fácilmente asimilables. Por ello, es una fruta recomendable para formar parte de dietas de adelgazamiento y se recomienda tomar tanto en el desayuno como en la merienda, satisfaciendo la sensación de saciarnos.