Sports Illustrated. Los Rangers de Texas firmaron a Manny Ramírez sin que sus ejecutivos lo observaran en acción en Taiwán o en Florida.

Los Rangers contrataron al dominicano para un contrato de liga menor sin haber sido observado, siempre y cuando se apegue a las reglas del equipo.

Los Rangers se aseguraron que Ramírez específicamente acordara varias condiciones antes de firmarlo.

Esas reglas incluían que se recortara el pelo por encima de los hombros, usar pantalones de sus uniformes de manera decente, que corriera duro con las bolas puestas en juego y que llegara temprano al campo y a los ejercicios de estiramiento.

Ramírez aceptó todas esas condiciones sin protestar. ¿Por qué los Rangers se arriesgan con Ramírez?

Porque esencialmente no les cuesta nada (a excepción de las malas relaciones públicas) ver si Ramírez aun tiene gasolina en el tanque.

El coach de bateo Dave Magadan y el jefe de relaciones públicas, John Blake, le dieron su opinión al gerente general John Daniels ya que ambos trabajaron con él en Boston.

Daniels decidió que el bajo riesgo valía la pena.

Los Rangers se encuentran en noveno lugar de 15 equipos de la Liga Americana en OPS de sus bateadores designados ya que Lance Berkman ha tenido problemas para generar poder por su rodilla adolorida.

La ofensiva necesita un empuje. Ramírez podría o podría no ser esa respuesta, pero los Rangers simplemente están comprano la oportunidad de ver a Ramírez en las menores y darse cuenta si aun le queda algo que ofrecer.

Si todavía puede batear, Ramírez eventualmente encontrará un hueco en la alineación del dirigente Ron Washington, un experto en sacar lo mejor de jugadores que tienen pasados turbulentos.

“No creo que sea un accidente que tipos como Josh Hamilton y Milton Bradley tuvieran sus mejores años en nuestro clubhouse con Wash”, dijo Daniels.

“Si Manny es productivo on el bate y tenemos un puesto para él, Wash sacará lo mejor de él”.

Es un movimiento inteligente para los Rangers. Ramírez trabaja duro en su bateo y es un bateador muy inteligente que le gusta compartir sus conocimientos con jugadores jóvenes.

Los bateadores de AAA de Texas aprenderán con él.

Y Ramírez, jugando bajo un juego de reglas estricto, tiene que saber que esta es su última oportunidad.