Maquinaria del crimen

Maquinaria del crimen

Las investigaciones sobre el secuestro y muerte de varios choferes del transporte interurbano de San Pedro de Macorís, y el robo y trasiego hacia Haití de los autobuses de que fueron despojadas las víctimas, ponen al descubierto una poderosa maquinaria criminal que podría estar vinculada a una red nacional especializada en esta modalidad delictiva. Esas indagaciones destapan el caso de uno de los imputados en estos hechos, hijo de un coronel policial, que estando acusado de un acto criminal previo había obtenido la libertad de manera aparentemente irregular.
La forma en que fueron muertos tres de los choferes, cuyos restos fueron localizados en una fosa común, da una idea de los métodos horrendos de esta banda criminal. Se presume que los secuestrados y despojados de sus vehículos y otras pertenencias, fueron arrojados vivos en la fosa común en que fueron encontradas sus osamentas. La banda “desaparecía” los autobuses y luego los trasladaba a Haití, donde los vendían.
Las autoridades no deben descansar hasta desmontar en todas sus piezas esta maquinaria de crímenes horrendos. Deben detectar sus ramificaciones, complicidades y sus aparentes contactos con autoridades que, según parece, les facilitaban el trasiego hacia Haití de vehículos que ya habían sido denunciados como robados. La ley tiene que hacer sentir todo su peso.

Deserción del deber

En los municipios cuyas autoridades han sido afectadas por el resultado de las elecciones se ha evidenciado abandono del deber y aprovechamiento desmedido de los recursos municipales. Hay demarcaciones en las que es notable la acumulación de la basura desde que son conocidos los resultados de las votaciones, lo que delata deserción de la autoridad y el abandono de los deberes municipales. Y para colmo, algunos alcaldes se han aumentado los sueldos de una manera desconsiderada.
Por sentido de responsabilidad, las autoridades en esa situación deberían trabajar para los municipios hasta el 16 de agosto del presente año, cuando serán relevadas por quienes resultaron electos en esas posiciones. El Estado no puede ser utilizado mezquinamente por gente que prometió servir al país, no servirse de él.

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