Margaret Chan y la salud mundial

Margaret Chan y la salud mundial

Seguimos reseñando el discurso pronunciado en Cuba por la Directora General de la OMS. Resaltó la funcionaria: “Queda claro que la prevención es por mucho la mejor opción pero, como estrategia de cara al futuro, tiene dos retos principales.

En primer lugar, las causas que dan origen a las enfermedades crónicas se encuentran en sectores no sanitarios, y aún así, la salud enfrenta lo peor de estas enfermedades, pero posee poco control sobre los factores de riesgo. La salud y sus profesionales pueden abogar por legislaciones sólidas en materia de tabaquismo y alcoholismo, más ejercicio y una dieta más saludable. El sector de la salud por sí solo no puede rediseñar los entornos sociales para promover estilos de vida más saludables. El desempeño y la contribución de la educación, la agricultura, la nutrición, el medioambiente y el comercio son decisivos.

Un enfoque multisectorial es importante para promover un estilo de vida saludable y para reducir la carga de las enfermedades crónicas no transmisibles. La segunda razón por la que la prevención es tan difícil, es porque los poderosos intereses económicos manejan la globalización de estilos de vida no saludables. El dinero habla, ¿no es así? El poder económico se traduce fácilmente en poder político. Los argumentos económicos ganan en muchos casos en demasiados países, pero esto no sucede siempre. ¡Gracias a Dios! Los gobiernos no pueden asumir que las enfermedades crónicas son sólo un problema de salud que el sector de la salud puede manejar por sí solo. Nosotros no podemos hacerlo.

En lo concerniente al trabajo de prevención, los gobiernos necesitan asumir y ejercer una responsabilidad primordial. Las políticas públicas preventivas coherentes y cohesionadas son necesarias.

Las políticas públicas son fundamentales para modificar los entornos donde los consumidores puedan tomar decisiones saludables, ya sea decidir si caminar, montar bicicleta o conducir un auto, o dejar el hábito de fumar debido a precios demasiado elevados, o comer más frutas y vegetales que carne, porque son mucho más saludables. Ciertamente, los consumidores individuales tomarán sus decisiones, pero el gobierno tiene que proporcionar un entorno saludable para que ellos decidan.

Sólo el compromiso a los más altos niveles gubernamentales es suficiente para garantizar que todos los sectores del gobierno desempeñen su papel en la reducción de los factores de riesgo para las enfermedades crónicas no transmisibles debido a que los costos de manejo, tratamiento y pago del tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles no son asequibles, incluso para los países más ricos del mundo. Sólo quisiera referirme a una estadística.

La FDA aprobó 12 terapias para el tratamiento del cáncer, y 11 de dichos tratamientos cuestan 100 mil dólares por persona al año. ¿Cuántos países o individuos pueden pagar ese precio? ¿Cuántos países pueden darse el lujo de pagar ese tratamiento a sus ciudadanos? La cobertura universal de salud constituye uno de los objetivos sociales más poderosos entre todas las opciones de políticas, y según hemos conocido de muchos debates de economistas del mundo, la igualdad social se traduce en cohesión y estabilidad. Así que, señoras y señores, si a estos temas se les confiere la debida importancia y prioridad en el objetivo de la salud en la próxima agenda de desarrollo, podemos esperar un futuro más saludable para nuestros niños y para nuestro planeta”.

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