San Juan.- La nueva normativa que permite el consumo de marihuana con fines medicinales en Puerto Rico abre las puertas a un negocio con potencial para generar ingresos de 50 millones de dólares mensuales para la isla, inmersa en una profunda crisis económica.
El presidente de la organización sin fines de lucro Puerto Rico Legal Marijuana, el abogado Goodwin Aldarondo, dijo hoy en entrevista con Efe que en medio de una crisis como la que sufre la isla desde hace cerca de una década los cambios que flexibilizan el reglamento para la marihuana con fines medicinales suponen una gran oportunidad.
“En el plazo de tres años las ventas en Puerto Rico relacionadas con la marihuana medicinal pueden alcanzar los 50 millones mensuales”, aseguró la cabeza visible de una organización que se ha destacado por trabajar en favor de que esta sustancia sea de uso legal en la isla con fines terapéuticos.
El nuevo reglamento 8766, aprobado el pasado 8 de julio por el Departamento de Estado local, fue el último paso para el desarrollo de la marihuana con fines medicinales gracias a la flexibilización de los requisitos iniciales para la venta, concesión de licencias de transporte, almacenaje y distribución de la sustancia.
El primer paso para hacer posible el desarrollo de este potencial negocio se dio con la aprobación del Reglamento para el Uso, Posesión, Cultivo, Manufactura, Producción, Fabricación, Dispensación e Investigación de la Marihuana Medicinal que entró en vigor el pasado 28 de enero.
“La iniciativa abre nuevas oportunidades en el área del turismo médico”, sostuvo Aldarondo, cuya organización provee orientación a todo el que tenga en mente la puesta en marcha de proyectos relacionados con la marihuana medicinal en la isla.
Dijo que en un momento de graves problemas de liquidez para el Ejecutivo que encabeza Alejandro García Padilla, el desarrollo de esta industria puede contribuir con muchos millones de dólares en impuestos a las arcas públicas. Las nuevas regulaciones permiten a un paciente no residente en Puerto Rico obtener y consumir cannabis medicinal si cumple con ciertas condiciones.
Si proviene de Estados Unidos, del que Puerto Rico es un Estado Libre Asociado, el paciente debe poseer una tarjeta válida de consumo de un estado que autorice el cannabis medicinal.
La enfermedad a tratar debe ser una de las reconocidas por el reglamento local para ser atendidas con marihuana, lo que incluye cáncer, alzheimer y parkinson, a lo que se suma que el paciente cuente con una recomendación de un médico de Puerto Rico.
La lista de enfermedades que se pueden tratar con marihuana medicinal en la isla incluye el VIH, esclerosis, enfermedad de Crohn, fibromialgia, artritis, ansiedad, epilepsia, Parkinson, anorexia, migrañas, lesiones en el cordón espinal, la hepatitis C y otras condiciones con síntomas como caquexia, dolor crónico, náuseas severas y espasmos musculares persistentes.
Si el paciente no procede de Estados Unidos debe presentar evidencia de su historial médico que demuestre que sufre la enfermedad y obtener la recomendación de un médico de Puerto Rico.
Aldarondo puso como ejemplo el estado de Colorado (EE.UU.), donde el consumo de marihuana con fines medicinales está permitido desde 2000, lo que según dijo ha contribuido en gran manera al crecimiento de la economía local.
La introducción de normativa para el consumo de marihuana con fines medicinales surgió a iniciativa del Ejecutivo liderado por Alejandro García Padilla, que enfrenta una crisis de económica y de liquidez sin precedentes, lo que aboca al Gobierno a la búsqueda de nuevas vías de recaudación.
El Ejecutivo espera elevar sus ingresos a través del cobro de impuestos por la concesión de licencias profesionales y las ganancias de las empresas, al tiempo que planea cobrar impuestos en en todas las etapas de la cadena de valor.