Al inaugurar el hospital traumatológico Doctor Darío Contreras, el presidente Danilo Medina advirtió a las aseguradoras privadas que deberán pagar los gastos en los que incurran los hospitales en la atención de los pacientes, y no dejarle toda la carga al Estado a través del Seguro Nacional de Salud (SENASA). La advertencia es oportuna porque el Estado invierte enormes sumas en mantener los hospitales en condiciones de brindar asistencia a toda la población, pero estos centros no logran cobrar los gastos en que incurren. Una de las causas es que las aseguradoras no quieren reconocer a los hospitales como prestadores de servicios de salud facultados para facturar por servicios prestados.

A propósito de la advertencia del Presidente, la Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgos de Salud (Adars) afirmó que ha pagado RD$2,000 millones por año a los hospitales de autogestión y patronatos certificados como prestadores de servicios de salud. Lo que procede es viabilizar el pago de los servicios aprestados por los hospitales no autogestionarios, que también atienden a la población. En cualquier caso, es necesario poner todos los hospitales en las condiciones técnicas necesarias para suscribir contratos con las ARS y poder facturar por los servicios que ofrecen de gratis a la población. La seguridad social tiene que dar el salto cualitativo necesario para su universalización definitiva, como manda la ley.

HAY QUE CUIDAR ESA GRAN OBRA

A menos que se adopten a tiempo las medidas preventivas necesarias, la avenida Circunvalación de Santo Domingo estaría condenada a sufrir un proceso que ha degradado a otras vías importantes y costosas: la arrabalización. Y ante esa expectativa, debe ser acogida la iniciativa de los regidores del Distrito Nacional Consuelo Despradel y Waldys Taveras, quienes proponen una alianza institucional para evitarlo.

Según esta propuesta, el Ministerio de Obras Públicas y los ayuntamientos de Haina, Santo Domingo Oeste, Los Alcarrizos y Pedro Brand deberían articular una normativa relativa al uso del suelo y construcción inmobiliaria en las propiedades colindantes con la avenida. Es una medida de prevención que puede evitar que esta vía tan importante pierda sus características. Manos a la obra.