Más de 50,000 personas perdieron la vida durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, afirmó Luisa de Peña Díaz, directora del Museo de la Resistencia, quien destacó que entre esas víctimas se incluyen alrededor de 17,000 haitianos que murieron en el genocidio de 1937 ordenado por el dictador dominicano. En ese grupo no se incluyen los que sufrieron torturas en las diferentes cárceles.
Aunque la disidencia política fue la principal causa de los crímenes, muchos murieron por ser familiares de un enemigo del régimen, por negarse a trabajar en las empresas y plantaciones del dictador, o por no venderle sus propiedades.
Esos datos aparecen en el Centro Nacional de Registro de Víctimas, Torturados y Desaparecidos, que opera en el Museo de la Resistencia, y en cuyo departamento de investigación se comprueba que esas muertes sean responsabilidad de la dictadura.
El departamento de investigación, dirigido por el historiador Franklyn Franco, indaga si la persona realmente existió y cómo murió o desapareció.
Se indaga si la víctima fue asesinada por disidencia política o por crímenes comunes de la dictadura como los cometidos en los campos de El Sisal de Azua, en las plantaciones de arroz de El Pozo, Nagua, donde llevaban a los presos políticos y a los campesinos a trabajar sin paga.
Al ofrecer las declaraciones en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, expresó, con relación a los disidentes políticos, Trujillo se valió de una especie de asociación de dictadores para cometer crímenes en el extranjero.
Entre esos citó a Anastacio Somoza, de Nicaragua; Francisco Franco, de España; Marcos Pérez Jiménez, de Venezuela, dictadores como Francisco Franco, en España; Carlos Castillo Armas, de Guatemala; Fulgencio Batista, de Cuba, y Gustavo Rojas Pinilla, de colombia.
Décadas sangrientas. La mayor cantidad de crímenes se cometieron en la primera y última décadas del régimen, explicó De Peña al destacar que en la década de 1940 se registraron menos asesinatos por conveniencia del dictador.
En ese período se permitió la creación de partidos políticos para dar la impresión de que habían aires de libertad, expresó.
Entre las organizaciones políticas creadas entonces se citan el Partido Democrático Revolucionario Dominicano, que se convirtió posteriormente en el Partido Socialista Popular.
Cuando el régimen se dio cuenta de la fuerza que tenía esa organización le sirvió esa apertura temporal para poder identificar a los disidentes, por lo que ahí hubo represión pero en menor escala, aunque hubo un gran exilio.
Pero en el extranjero comenzó el exterminio de la disidencia.
El exterminio subió en la década de 1950 y alcanzó su cúspide en los últimos tres años de la dictadura (1959-61) en los que se registran los asesinatos de los miembros del movimiento clandestino 14 de Junio y de Los Panfleteros, expresó De Peña.
Pero también se cuentan los asesinatos de obreros que trabajaban en obras del régimen, quienes en vez de recibir los pagos por su trabajo eran asesinados y enterrados en fosas comunes. De esa forma murieron más de 100 personas.
Derechos conculcados. Luis Manuel Pellerano Amiama, antiguo presidente de la Fundación 30 de Mayo, expresó que el crimen y la tortura eran los instrumentos de terror que el régimen utilizó.
Pero la otra parte que cubría a la ciudadanía estaba en la carencia de libertad de expresión, de tránsito, de religión, el derecho de propiedad.
Esta es la otra faceta del régimen que va más allá del crimen; por eso la celebración del 50 aniversario del ajusticiamiento de Trujillo significa un hito en la vida republicana del país, porque se inicia la democracia con avances y retrocesos, expresó De Peña.
El prontuario de Trujillo. La carrera criminal del dictador no comenzó en 1930, cuando asumió la presidencia de la República, sino antes de ingresar a la Policía, antes de la década de 1920, cuando se dedicaba al robo de ganado, dijo De Peña.
Pero los crímenes que él cometió en El Seibo, en esa época, están registrados sólo como relatos, porque cuando llegó a la presidencia quemó los archivos donde estaban dos expedientes de violación, otros por asociación de malhechores y chantaje.
Pero el daño de Trujillo a la sociedad dominicana no sólo fueron los crímenes, sino el envilecimiento de la sociedad que traspasó la dictadura, porque el crimen no queda sólo ahí, sino en el clientelismo político y el culto a la personalidad que todavía sufrimos hoy.
Actividades del museo. El Museo de la Resistencia fue creado mediante el decreto 287-07.
Tendrá su sede en la calle Arzobispo Nouel 210, en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, y abrirá sus puertas el 29 de este mes, a propósito de cumplirse, el día siguiente, 50 años del ajusticiamiento de Trujillo.
Ese museo cuenta con 168,000 documentos del régimen trujillista, que por su importancia han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, según las informaciones ofrecidas por De Peña.
Las claves
1. Asociación dictadores
Trujillo se alió a dictadores de América Latina para perpetrar crímenes contra disidentes dominicanos en el exilio.
2. Museo de Resistencia
El Museo de la Resistencia tiene abierto, desde 2006, un centro de documentación donde los interesados pueden llevar información sobre posibles víctimas de la dictadura, cuya responsabilidad posteriormente se verifica.
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El ajusticiamiento
El 30 de mayo se cumplen 50 años del ajusticiamiento de Rafael Trujillo. En el complot para matarlo intervinieron Modesto Díaz, Juan Tomás Díaz, Salvador Estrella Sadhalá, Antonio de la Maza, Amado García Guerrero, Luis Manuel Cáceres Michel, Roberto Pastoriza Neret, Luis Amiama Tió, Antonio Imbert Barreras (único sobreviviente), Pedro Livio Cedeño y Huáscar Tejeda.
Las frases
Luisa de Peña
Directora Museo de la Resistencia
Pero el daño de Trujillo no sólo son los crímenes, sino el envilecimiento de la sociedad, porque el clientelismo político y el culto a la personalidad que sufrimos hoy en día vienen de ahí, vienen de ese régimen.
Eduardo Díaz
Presidente fundación 30 de mayo
El que dice en este país que aquí hace falta un Trujillo o no lo conoció, no lo padeció, desciende de los beneficiarios, o tiene un gran desconocimiento sobre los desmanes de ese dictador.
Mayra Báez
Secretaria fundación 30 de mayo
Durante la época de Joaquín Balaguer los libros de texto no incluían los detalles de la dictadura, y fue después de 1979 que se incluyeron. De manera que costó mucho tiempo a los investigadores conciliar toda la información.
Luis Salvador E.
Miembro fundación 30 de mayo
En el Gobierno de Joaquín Balaguer (1966-78) se manipuló la historia del régimen trujillista. Cuando tergiversas la historia no sabes quién es héroe o villano, y entonces crea una nebulosa en la conciencia de la gente.