Cada año decenas de jugadores dominicanos consiguen trabajo en las ligas asiáticas, principalmente en Japón y Corea, pero al mismo tiempo muchos de ellos no pueden seguir accionando con sus respectivos equipos en la Liga Invernal Dominicana.
Jugadores como Mel Rojas, Yamaico Navarro, Wilin Rosario, Jimmy Paredes, Carlos Peguero, Mauro Gómez entre muchos más han probado suerte en el béisbol oriental y les ha ido muy bien, tanto en lo económico como en su desempeño. El último caso es Esmil Rogers que acaba de ser parado por los Héroes de Nexen de la liga Coreana, equipo que le dio contrato de millón y medio de dólares y no podrá seguir accionando con Licey en el momento que más lo necesita. Eso realmente desluce la liga y decepciona al fanático.
El deporte dominicano vive un gran momento.
Me alegra bastante el repunte que ha tenido el deporte dominicano con la celebración de evento de importancia como los Juegos Bolivarianos, Escolares, Universitarios, estudiantiles y más que todo lo que proyecta en este nuevo ciclo olímpico.
Ya no hay chisme en el movimiento y si los hay no son de trascendencia como en el pasado. Comité Olímpico, federaciones y el Ministerio de Deportes están trabajando en una sola dirección, en favor del protagonista que no es nada más que el atleta y su desempeño.
En este gran momento hay varios protagonistas además de Danilo Díaz y Luisín Mejía, pues hay que dar crédito al movimiento Creando Sueños Olímpicos (CRESO), que está haciendo un aporte histórico en lo moral y económico.