¡MATOS DECIDE DECIR ADIOS! Expone sus logros en una carta

¡MATOS DECIDE DECIR ADIOS! Expone sus logros en una carta

El presidente de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana, Leonardo Matos Berrido, entregó ayer una carta de despedida a los presidentes de los seis equipos de la pelota otoño-invernal dominicana, semanas después de que al menos tres equipos hicieran pública su decisión de no respaldarlo en las próximas elecciones de la directiva de la Lidom programadas para el 11 de julio próximo.
Con la misiva, Maos Berrido pone fin a 26 años de mandato al frente de la Liga y abre las puertas para cambios muy anticipados.
A continuación la carta de Matos Berrido:

Señores
Presidentes de los Equipos
Licey
Escogido
Aguilas Cibaeñas
Estrellas de Oriente
Toros del Este
Gigantes del Cibao,
Ciudad.

Estimados Presidentes y amigos:
Me complace expresar, por el digno conducto de ustedes, mi imperecedera gratitud a cada uno de los integrantes de las cuatro generaciones de directivos de sus respectivos equipos que me han acompañado durante mi gestión, ya en sus finales, por el generoso apoyo que en todo momento me han ofrecido, lo cual hizo posible que durante más de un cuarto de siglo LIDOM se haya desenvuelto como una gran familia, en la cual el interés colectivo estuvo siempre por encima de las conveniencias individuales de sus socios.
Esa situación de permanente recíproca solidaridad produjo decisiones que de otro modo no se hubiesen logrado, como la que dispuso la venta en conjunto de la publicidad comercial de todos los equipos, cuyo primer e inmediato logro fue la revalorización de todos sus productos publicitarios, a partir de la cual la situación económica-financiera produjo un conveniente cambio radical en todos los asociados de la Liga, permitiendo además al organismo rector mercadear productos que nunca antes habían sido vendidos, como los provenientes de las Series del Caribe, los trofeos regionales y la transmisión por televisión de partidos de todos los equipos para mercados extranjeros, principalmente el norteamericano, etc. A partir de entonces nunca más se ha necesitado la ayuda económica del Gobierno ni los equipos han tenido que solventar el presupuesto de gastos de la Oficina de la Liga. Y, en el aspecto propiamente deportivo, haber establecido que los nuevos prospectos sean contratados a través del “Sorteo de Novatos”, – una de mis primeras propuestas en el mismo inicio de mi gestión – poniendo fin a las ventas de que gozaban los equipos con mayores posibilidades económicas.
A partir de esas dos valiosas decisiones, ya no se habla de equipos grandes o pequeños. Todos tienen igualdad de posibilidades en las ventas de sus productos publicitarios y todos las mismas capacidades para contratar los nuevos talentos que requieren para competir deportivamente en igualdad de condiciones.
Mi gestión ciertamente no ha sido un baño de rosas. Me vi precisado a intervenir el equipo Aguilas Cibaeñas en una situación que presagiaba una división entre accionistas, de imprevisibles consecuencias, poco antes del inicio de un Campeonato. Desde entonces ese equipo se ha desenvuelto con evidente estabilidad. Fui el principal promotor de lo que es hoy el equipo Gigantes del Cibao, el cual más recientemente me vi obligado a intervenir, amparado también en las disposiciones estatutarias y reglamentarias, en razón de la incapacidad de la entonces directiva para asumir las obligaciones económicas de la franquicia, cosa que había también hecho con Estrellas de Oriente, una de las franquicias más antiguas, con el resultado conocido. En los tres casos, los equipos operan hoy en día con estructuras dirigenciales sólidas, en manos de directivos que merecen la confianza y el apoyo de todos. Esto hace que el presente y el futuro de la Liga presenten excelentes perspectivas.
Preocupado por el descenso en la afluencia de fanáticos a los partidos celebrados en algunos Estadios he presentado a la Junta de Directores diferentes iniciativas destinadas a incentivar y facilitar que la fanaticada nacional siga respaldando el evento deportivo de más categoría que se celebra en nuestro país. Estoy muy consciente de que muchos de los factores que alejan a fanáticos de los Estadios no dependen ni de la liga, ni de los Equipos ni de los Estadios. El costo de la vida, la situación de inseguridad en nuestras calles, las deficiencias de los servicios de transporte público, etc., son problemas en cuya solución poco pueden los equipos hacer. Ello los obliga a ser creativos en la búsqueda de opciones para traer fanáticos al play. Siempre he dicho que la mejor idea es aquella a la cual le llega su momento. Estoy convencido de que muchas de esas ideas serán convertidas por ustedes en realidades en la medida en que entiendan que les han llegado sus momentos.
Hace algún tiempo fue presentado un proyecto, de mi iniciativa, para desarrollar urbanísticamente el entorno del hoy Estadio Quisqueya Juan Marichal. Dicho proyecto consiste en construir alrededor del Estadio lo que podría definirse como un Centro Comercial, un “Mall”, para lo cual el Estado aportaría los terrenos, de su propiedad, y con los beneficios del proyecto se modernizaría el Estadio, sin necesidad de que el Estado haga aportes líquidos, para convertirlo en un centro de diversión familiar en el cual se ofrezcan diferentes “amenidades”, a imagen y semejanza de algunos de los más modernos estadios de Grandes Ligas.
He tratado el proyecto con los últimos tres Presidentes de la República y a todos ha gustado. Lo que propongo es que sea creado un Comité Gestor integrado por Empresarios vinculados al béisbol, lo que facilitaría motivar las indispensables decisiones oficiales. Para dar forma arquitectónica al Proyecto fue contratada una firma de arquitectos de Florida, cuyos honorarios fueron pagados personalmente por tres directivos del béisbol, entre ellos quien suscribe, en razón de que ni los equipos de la capital ni la Liga tenían recursos. Creo que en la medida en que este proyecto sea exitoso podría replicarse en los otros Estadios propiedad del Estado: Cibao, Julián Javier, Tetelo Vargas. Este último, es sabido, está urgido de una intervención capital.
Me despido con la satisfacción del deber cumplido. He hecho todo cuanto ha sido posible, dentro de mis limitadas capacidades y posibilidades. Pero es mucho lo que falta por hacer. Espero que quienes me sustituyan realicen lo que yo no he podido y puedan satisfacer las necesidades que irán cambiando y creciendo, puesto que es la Ley de la Vida. Para ello se requerirá un apoyo total, real y efectivo de todos los equipos, como el que sentí, entre otras oportunidades cuando presenté renuncia en vísperas de mi partida hacia Taiwán y recibí en respuesta la visita de los Presidentes de los entonces cinco equipos para informarme que no aceptaban esa renuncia, o cuando al marcharme hacia Roma hice saber mi deseo de no ser reelecto y fui llamado semanas después a la Ciudad Eterna para indicarme que había sido reelegido por unanimidad. Quiero tomarme la libertad de repetirles que lo más importante, en mi humilde entender, no importa quién o quiénes sea o sean, es que puedan desenvolverse en un ambiente en el cual impere el interés de la entidad por encima del interés particular de cualquiera de sus miembros.
Les reitero mi gratitud y mis deseos de éxitos.
Con la más elevada consideración,

Leonardo Matos Berrido

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