El último test de estrés rubrica que, salvo el italiano Monte dei Paschi di Siena y el irlandés Allied Irish Bank, los 51 grandes bancos europeos cuentan con capital suficiente para encarar una fuerte crisis económica. Pero también diferencia la robustez entre modelos y solvencias. Y Criteria Caixabank y el Santander destacan, de hecho, entre las cinco entidades con el capital más resistente al desgaste de un escenario donde la morosidad brotaría a borbotones y el precio de las inversiones bursátiles, inmobiliarias y en deuda sufriría graves retrocesos a raíz de una hipotética recesión de las economías donde operan.
Su ratio de recursos propios más exigente CET1 fully loaded (con criterios que serán exigidos en 2019 y no ahora) se reduce, en concreto, menos de 200 puntos básicos, cuando en el Monte dei Paschi casi se volatiliza porque fulmina nada menos que 963 puntos básicos y Allien Irish sufre un deterioro de 880 puntos, arrastrándolos a ambos a cotas que ahora deben recomponer.
Este ranking de ‘estabilidad’ lo lidera el noruego DNB Bank, casi sin despeinarse: su capital apenas desciende del 14,31 al 14,3 -pierde 0,01 puntos-, seguido por el Danske Bank de Dinamarca y Criteria Caixabank. En el subgrupo de la banca española, BBVA se sitúa a un paso, con un deterioro de 208 puntos; que en el Popular, Sabadell y BFA-Bankia oscila entre 358 y 416 puntos básicos.
Aún así, el mayor impacto para estas últimas es relativo en la actualidad. En el caso del grupo presidido por Ángel Ron es el peor parado del análisis porque el resultado no incluye la ampliación de capital por 2.500 millones.