Medición de la desviación vertebral en una escoliosis

Medición de la desviación vertebral en una escoliosis

Los pacientes con escoliosis se examinan para determinar si existe una causa subyacente de la deformidad. Durante el examen físico, se evalúa lo siguiente: piel (en busca de manchas café con leche), pies, reflejos abdominales y el tono muscular para medir la espasticidad.
Durante el examen, al paciente se le pide que se quite su camisa y se incline hacia adelante. A esto se le conoce como la prueba de flexión hacia delante de Adams y se realiza a menudo en estudiantes escolares.
Si se nota una prominencia, se considerará que la escoliosis es una posibilidad y se deberán tomar radiografías al paciente para confirmar el diagnóstico. Alternativamente, se puede utilizar un escoliómetro para diagnosticar la enfermedad. También se evalúa la marcha del paciente, se examinan los posibles signos de otras anomalías.
Se debe realizar un examen neurológico completo.
Es habitual que cuando se sospecha de escoliosis, se tomen radiografías de la columna en distintos planos para evaluar las curvas de la escoliosis, además de las curvas normales de cifosis y lordosis, ya que estas también pueden estar afectadas en personas con escoliosis.
Los rayos X de la columna en un paciente de pie, son el método estándar para evaluar la severidad y progresión de la escoliosis, y si es de naturaleza congénita o idiopática. En individuos en crecimiento, las radiografías seriales se obtienen en intervalos de 3-12 meses (dependiendo del caso) para seguir la progresión de la curvatura, y en algunos casos, se necesita de resonancia magnética para examinar la médula espinal.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas