El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales desmanteló cerca de nueve kilómetros de tuberías que irrigaban cientos de tareas de explotaciones agrícolas en el enclave Monte Llano, dentro del Parque Nacional Valle Nuevo.
En el operativo se desmontaron 15 sistemas diferentes de trasvase hídrico, algunos de las cuales tenían diámetro de hasta seis pulgadas, secuestrando importantes caudales de agua que ahora seguirán su curso por la cuenca del Río Yuna, según informó el Ministerio de Medio Ambiente.
Los trabajos de desmonte obedecen a la resolución 14-2016 que ordena el cese de la producción agrícola en el citado parque.
Medio Ambiente informó que a menos de tres meses de iniciado los trabajos de desmonte, un gran volumen de agua ha sido liberada, notándose en el aumento del caudal de fuentes como el Río Grande que nace en Valle Nuevo.
Al mismo tiempo, indicó, que toneladas de infraestructuras metálicas y miles de metros de plásticos utilizados en técnicas propias de algunos cultivos han sido retirados completando el desmonte del parque en más de un 70%.
Los operativos han sido ejecutados por autoridades del Ministerio de Medio Ambiente, quienes junto a los miembros del Ministerio de Defensa y el Servicio Nacional de Protección Ambiental han intervenidos predios agrícolas en Monte Llano, Alto Bandera, El Castillo, Pinalito, Pinar Parejo y Las Espinas, en Ocoa, entre otros.
Señaló que tal como han sido las instrucciones del ministro Francisco Domínguez Brito, una vez concluido este proceso de desmonte se iniciará la segunda fase de recuperación de “La Madre de las Aguas” la cual consiste en reforestar, las zonas donde sea posible, con plantas características de la zona, como el ébano verde y pinnus occidentalis.
“Sin embargo, por las condiciones climáticas extremas, estimamos que una buena parte del área impactada deberá regenerarse por acción de la propia naturaleza, nosotros estaremos vigilantes para que este proceso se lleve a cabo”, reiteró el funcionario.
El ministerio aseguró que ha mantenido el diálogo con los campesinos y productores de la zona para atender las situaciones humanas en favor de las familias más vulnerables, siempre teniendo claro que este es un proceso irreversible; y que la intención es buscar soluciones que beneficien a los 7 millones de dominicanos que depende del agua que se produce en Valle Nuevo.