El expresidente de la República, Hipólito Mejía, arremetió ayer contra el sistema político y de partidos que mantienen los países de América Latina, por permitir que el flagelo de la corrupción y la impunidad dominen la agenda política.

Precisó que ya la corrupción no se limita a la periferia del poder, sino que ha alcanzado a presidentes, congresistas, jueces, alcaldes y toda clase de líderes políticos y sociales, responsables de protagonizar los más escandalosos actos de corrupción.

En ese sentido, indicó que la tarea más importante que tienen las instituciones políticas es la erradicación de la corrupción para que los ciudadanos puedan restablecer la confianza en sus instituciones.

Durante la presentación de la conferencia “El rol y el futuro de los partidos políticos al 2030” desarrollado por el foro regional del Parlamento Centroamericano (Parlacen) en el país, Mejía expresó que el ejercicio del poder político se ha vuelto con el tiempo sinónimo de corrupción y debe ser combatida desde las estructuras de donde emana el poder.

Institucionalidad. Durante su ponencia el exmandatario atribuyó a los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) el deterioro progresivo que ha sufrido la institucionalidad democrática en el país, debido al control que han mantenido en los tres poderes del Estado.
“Una muestra de ello es que ocho años después de haberse modificado la Constitución, casi en su totalidad, más de veinte leyes orgánicas se encuentran pendientes de ser aprobadas, a pesar de la obligación constitucional que tiene el Poder Legislativo de conocerlas”, indicó.
Asimismo abogó por una reforma de la Ley Electoral que controle los recursos que serán utilizados en las campañas electorales, para que evitar que fondos de procedencia ilícita, como el narcotráfico y lavado de activos, empañen el proceso.

Poca confianza. Mejía señaló entre los grandes desafíos que enfrentan los partidos políticos para recuperar la confianza en los ciudadanos, la erradicación del clientelismo.
Práctica que calificó como una de las de las acciones más dañinas, ya que atenta directamente contra la libertad de elegir, que es uno de los pilares fundamentales de la democracia.

“En la región, un 33% de la población entiende que esta práctica está presente en las elecciones; siendo este fenómeno más acentuado en la República Dominicana con un 53%, Guatemala con un 52% y Perú con un 51%”, añadió.
Desafíos. Citó la erradicación del hambre y la pobreza, enfrentar las desigualdades entre los géneros, el crecimiento económico, la protección del planeta frente al cambio climático y la promoción de la alianza global como los grandes temas que ameritan un compromiso real por parte de los gobiernos de la región.
Añadió que el incumplimiento de cada uno de los puntos tratados en la Agenda para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es producto de la incapacidad de los gobernantes y la poca valoración de los partidos políticos.