Mejorar el acceso para la prensa

Mejorar el acceso para la prensa

Para insatisfacción de este medio periodístico y probablemente de algunos otros, el flujo de informaciones prensa-Gobierno no alcanza el óptimo nivel que profesionalmente sería conveniente para la nación. Por lo menos en el marco de lo que son el Palacio Nacional y el discurrir de algunos de los actos que encabeza el presidente Danilo Medina, escenarios en los que por ocasiones se llega a hacer sentir a los reporteros como si estuvieran fuera de lugar.

Cabe observar que los periodistas asignados a la sede del Poder Ejecutivo están sujetos a unas rigideces burocráticas que hacen difícil la tarea de entrevistar a altos funcionarios que allí estén. Los movimientos de los comunicadores están limitados, con signos hostiles, a escasas dependencias del majestuoso edificio y si la oficina de la prensa oficial no emite boletines o mensajes por redes sociales, son pocos los frutos que se obtienen en la rutina de cubrir la que debería ser la principal fuente noticiosa del Estado. Daría lo mismo quedarse en un taburete de la cercana barra Payán de la 30 de Marzo a ver el Twitter.

Al principio de la actual administración estuvo en agenda facilitar encuentros regulares de reporteros con altos servidores públicos. Poco a poco, el bien pensado recurso comunicacional cayó en desuso hasta extinguirse. Al estar vedados los pasillos y despachos de más importancia en el discurrir del poder, con frecuencia los periodistas (aun estando en el Palacio) se enteran con retraso (después de ocurrir incluso) de la celebración de reuniones trascendentales o de la presencia de personalidades invitadas.

El interés de mantener a los periodistas alejados de significativos actos en ocasiones parece reflejarse a través de semblantes de disgusto, al más alto nivel, tan pronto se descubre que lograron colarse a algún salón en el que se prefería que no estuvieran. El concepto de “acto privado”, con que se responde a la curiosidad periodística por saber dónde está el Presidente causa, por su recurrencia, una innecesaria falta de información sobre el primer magistrado de la nación, conductor de los destinos nacionales y objetivo permanente de la atención y el interés supremo de los gobernados. Siempre se ha aspirado, con pocos resultados hasta ahora, a que ese ilustre jefe del Estado, que goza de extraordinaria aprobación, institucionalice un encuentro regular con la prensa, en aras de que la ciudadanía esté cada vez mejor edificada e identificada con sus decisiones.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas