El coordinador de la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados (Menamird), William Charpantier, consideró ayer que el Gobierno debe buscar una solución a la situación de los hijos de extranjero ilegales nacidos en el país, que de acuerdo a la sentencia 168/ 13 del Tribunal Constitucional (TC) no tendrán la nacionalidad dominicana.
Las declaraciones fueron ofrecidas en el “Segundo encuentro de pastores y líderes comunitarios inmigrantes”, el que fueron analizaron el impacto de la resolución de la Seguridad Social y la situación de los hijos de inmigrantes no regularizados.
Dijo que reconocen la legalidad de la sentencia, pero que cuestionan hasta que punto es justo el fallo.
“Una persona que nació aquí, pero que no sabe hablar creole, que ni siquiera sabe ir a Dajabón, que culturalmente es dominicano y luego se le atribuye una nacionalidad que el no quiso ser. Es que es una persona que no ha ido a Haití, entonces hasta que punto es justa la sentencia”, explicó.
Recordó que a pesar de que lo que están en esa situación cumplan la mayoría de edad, no podrán obtener la nacionalidad dominicana.
Señaló que los pastores están preocupados porque a través de sus iglesias llegan muchos inmigrantes, por lo que el Estado va a tener que buscar una solución.
Valoró el Plan de Regularización implementado por el Gobierno, aunque considera que se debe ampliar, ya que hay en el país una cantidad mayor de los que se regularizaron.
Charpantier señaló que hay un grupo de hijos de indocumentados que nacieron después del 2007 que ni siquiera se han reconocido y tienen que inscribirse en un libro de extranjería.
Dijo que principalmente con este grupo se tendrá, desde el punto de vista humano, un grupo de dominicanos, sentimentalmente hablando dominicano, y legalmente extranjeros, lo que creará un resentimiento social.
“Dentro de unos años esos muchachos van a tener la mayoría de edad, nacieron aquí, no tendrán trabajo, entonces el Estado debe hacer algo”, manifestó Charpantier.