Adrián Beltré de los Rangers de Texas al conectar un doble ante los Marlins de Miami, el miércoles 26 de julio de 2017. (AP Foto/Tony Gutierrez)
Desde que el antesalista dominicano Adrian Beltré puso pie en un terreno de Grandes Ligas, se supo que el muchacho de Haina tenía mucho qué ofrecer.
Veinte años más tarde, Beltré se convirtió ayer en el 31er pelotero en ingresar al club de los 3,000 hits de por vida en las mayores y apenas el segundo que lo hace, uniéndose a Alex Rodríguez.
Beltré es un verdadero símbolo de consistencia, promediando 175 hits por cada 162 partidos jugados en Grandes Ligas, desde que debutó con los Dodgers de Los Angeles en la campaña de 1998.
Una recta adentro en conteo de 3-0 del zurdo Wade Miley fue el lanzamiento que despachó para un doble al prado izquierdo y llegar a la aristocrática marca, cuyo club con apenas cinco que no forman parte del Salón de la Fama de Cooperstown (Pete Rose, Alex Rodríguez, Derek Jeter y Beltré), dos aun no han aparecido en la boleta para Cooperstown, mientras que Ichiro Suzuki y él están vigentes.
Segundos después que llegara a segunda base, sus tres hijos Casandra, Camila y Adrián Jr., corrieron al terreno, develaron un letrero alusivo a su proeza y luego lo abrazaron.
Tras una pausa de unos minutos en la que recibió abrazos de sus compañeros, jugadores de los Orioles, su esposa y obviamente, sus hijos, Beltré anotó con un batazo del venezolano Rougned Odor.
Pero la leyenda de Beltré va mucho más allá de ser el 31er pelotero en la historia con 3,000 imparables.
Su condición de antesalista, excelente con el madero y un mago con la defensa, lo convierten en una pieza exquisita y pocas veces vista en la historia del béisbol.
El hit 3,000 solo sirve para darle más sonido a una carrera que hace mucho ya tiene su espacio ganado en el museo de los inmortales en el poblado de Cooperstown, en el estado de Nueva York.
Se espera que la próxima temporada persiga también el club de los 500 vuelacercas, para unirse a solo otros cinco que lo han logrado de por vida.
Mientras tanto, al llegar a 3,000, se unió a Hank Aaron, Stan Musial, Cal Ripken Jr. y Carl Yastrzemski como los únicos jugadores que combinan los tres millares de imparables con 600 dobles y 400 vuelacercas.
Beltré logra una hazaña más y sigue escalando en su ruta hacia la inmortalidad, que ya ha ganado.