Ildefonso Guajardo, secretario de Economía de México, amenazó con que su país se retiraría de las conversaciones para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) si Estados Unidos insiste en imponer aranceles o cuotas a cualquier producto proveniente de México.
«En el momento que digan: ‘vamos a poner aranceles del 20 por ciento en carros’, me levanto de la mesa», dijo Guajardo a Bloomberg.
Esto no quiere decir, recalcó Guajardo, que México busque cancelar el TLCAN. Pero al declarar que se niega a discutir el tipo de aranceles sobre los que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha hablado desde hace tiempo, el país está aumentando la presión sobre los negociadores estadounidenses, y abriendo la posibilidad de abandonar el pacto, que entró en vigor hace 23 años.
Trump ha criticado el acuerdo, que también incluye a Canadá, calificándolo de injusto y responsable de un desequilibrio «masivo» que favorece a México.
El año pasado México envió mercancías por 294.000 millones de dólares a Estados Unidos, mientras que Estados Unidos exportó 231.000 millones de dólares a México.
Funcionarios mexicanos dijeron que esperan que las conversaciones oficiales de renegociación empiecen en junio. ¿Y si fracasan? «No sería una crisis absoluta», dijo Guajardo, quien encabezó la oficina del TLCAN de la embajada mexicana en Estados Unidos a principios de los años 90, cuando el pacto fue redactado e implementado.
Sin el TLCAN, el comercio entre México y Estados Unidos estaría regido por las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que limitan los aranceles que los países se cobran entre sí a un promedio de alrededor del 3%, según Empra, una consultoría de riesgo político de Ciudad de México.
Nos «quitaría un margen de competitividad», dijo el secretario, aunque agregó que sería manejable.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, sugirió en enero la idea de un impuesto del 20% a los productos de México para pagar el muro fronterizo. La idea fue propuesta después de que el presidente mexicano Enrique Peña Nieto canceló un viaje a la capital estadounidense luego de que Trump repitió su promesa de campaña de cobrar a México el costo de construir el muro. Algunos republicanos en el Congreso han pedido un impuesto de ajuste en frontera, que afecta a todos los países, para ayudar a financiar las reducciones en el impuesto sobre la renta de las empresas. Durante su campaña, Trump promovió un impuesto del 35% a las importaciones de automóviles de México.