México aplicará impuesto a comida chatarra y bebidas

México aplicará impuesto a comida chatarra y bebidas

México. De los Servicios de Hoy. La guerra que ha desatado el gobierno mexicano al plantear la aplicación de impuestos a las bebidas azucaradas y a la comida chatarra podría sentar un precedente para otras economías, lo que preocupa a empresas globales productoras de este tipo de bienes y servicios.

En un artículo publicado por The Wall Street Journal se menciona que la iniciativa de México para imponer impuestos especiales a la llamada comida chatarra (basura) y a las bebidas azucaradas representa un desafío para algunas de las mayores empresas de alimentos y bebidas del mundo, «sobre todo a medida que la lucha contra el azúcar amenaza con expandirse hacia otros mercados importantes».

Los impuestos que pretende establecer México constituyen un importante desafío para algunas de las firmas más conocidas del mundo, como Coca-Cola, Kellogg y el gigante suizo Nestlé.

México es el mayor consumidor per cápita de productos de Coca-Cola del mundo y América Latina es la región más rentable de la empresa después de Europa, según la compañía.

Además, México es el noveno mercado de alimentos procesados. El año pasado fue el tercer mercado por ingresos para el fabricante de snacks y bebidas PepsiCo, sólo detrás de Estados Unidos y Rusia, contribuyendo con 6% de sus ingresos anuales, según la empresa.

América Latina en conjunto representa 15.8% de las ventas totales de Mondelez, el fabricante estadounidense de marcas como Oreo y Cadbury.

Fuentes citadas por WSJ dan cuanta de que el presidente ejecutivo de Coca-Cola, Muhtar Kent, se mostró tan preocupado por el proyecto de ley que llamó al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, en las últimas semanas.

Videgaray le dijo a Kent que México decidirá según sus propios intereses, de acuerdo a lo revelado por las mismas fuentes.

«Un impuesto sobre las bebidas no es efectivo para combatir un problema tan complejo como la obesidad», indicó Coca-Cola en un comunicado el viernes. «Para cambiar los comportamientos de forma efectiva, debemos asegurarnos de que la gente entienda que cuando se trata del peso todas las calorías cuentan, más allá de la fuente, y que eso incluye también nuestras bebidas calóricas».

En todo caso, tras el visto bueno del Congreso, se prevé que el Senado mexicano apruebe ambas medidas como parte de una reforma tributaria más amplia en las próximas semanas.

El impuesto podría afectar el consumo, al menos inicialmente, en México, pero es poco probable que impacte mucho en las ventas globales de las grandes multinacionales, indicaron analistas citados por el medio.

La pregunta real es si los legisladores mexicanos seguirán aumentando los impuestos sobre comida chatarra y bebidas gaseosas, y sobre todo, si otros países seguirán el ejemplo.

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