Fuentes familiarizadas con las negociaciones del TLCAN dieron a conocer detalles de la propuesta que México dio a Estados Unidos en semanas recientes, en la que ofrece flexibilidad en los salarios y el contenido regional de los automóviles, a cambio de que los negociadores de Trump retiren algunas de sus otras demandas más difíciles.
De acuerdo con dos fuentes, los negociadores mexicanos ofrecieron a EU que al menos el 20 por ciento del valor de un auto provendría de trabajadores mejor pagados, a cambio de que la Casa Blanca le dé la espalda a propuestas como poner límites a las oportunidades de contratación del Gobierno, barreras a las exportaciones estacionales de productos agrícolas mexicanos y la cláusula de terminación ‘sunset’.
La propuesta se dio previo al inicio de la investigación que abrió esta semana EU a las importaciones de autos a ese país.
Una de las fuentes informó que el subsecretario de comercio exterior de México, Juan Carlos Baker, se reunió el miércoles en Washington con Jamieson Greer, jefe de personal del representante comercial de EU, Robert Lighthizer, en aras de hallar posibles rutas a un acuerdo.
México no cederá a presiones. Por otra parte, Eduardo Sánchez, vocero de Presidencia, dijo que México no cederá a presiones, al referirse a las amenazas de EU de imponer un arancel de 25 por ciento a la importación de vehículos.
“Que quede muy claro: México no va a negociar a base de presiones, México tiene muy claro lo que es conveniente y lo que no es conveniente”, indicó en conferencia.
En tanto, el presidente Enrique Peña Nieto dijo que se mantiene “optimista” en lograr una modernización del TLCAN en beneficio de los tres países.
La oficina de la Presidencia informó que el mandatario sostuvo una llamada telefónica con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, para intercambiar impresiones sobre la renegociación.
Por su parte, Trudeau señaló que la decisión de EU de evaluar posibles aranceles a las importaciones de autos está basada en una lógica endeble y claramente relacionada con las conversaciones para modernizar el TLCAN. “Estoy, incluso más de lo que hice para entender lo del acero y el aluminio, tratando de descifrar la posible conexión con la seguridad nacional, si es que existe”. “Me parece que la lógica que lleva a tomar más medidas que implican a la industria automotriz es muy débil”, dijo.
El senador por Ohio, Orrin Hatch, afirmó que la investigación de EU sobre las supuestas afectaciones de las importaciones de autos en la seguridad nacional es un proceso que está “profundamente equivocado” y aseguró que imponer impuestos a los autos, camiones y autopartes que entren a Estados Unidos afectará los bolsillos de las familias estadounidenses.
“En lugar de tomar de los bolsillos de los trabajadores americanos, insto a la administración a mantenerse enfocada en completar las prácticas comerciales con China y a trabajar constructivamente con nuestros socios comerciales para incrementar las oportunidades en el extranjero para los negocios, agricultores, rancheros y trabajadores norteamericanos”, dijo.
John G. Murphy, vicepresidente sénior de política internacional de la US Chamber of Commerce, dijo que la industria automotriz en Estados Unidos está viviendo un momento sin igual. “Está prosperando como nunca antes. La producción se ha doblado en la última década”.