Midiendo el costo de oportunidad del embarazo en la adolescencia en República Dominicana

Midiendo el costo de oportunidad del embarazo en la adolescencia en República Dominicana

La República Dominicana, a pesar de registrar un crecimiento económico por encima del promedio de la región de América Latina y el Caribe (ALC) y con niveles de desarrollo humano alto, muestra pocos avances en algunos indicadores del bienestar. Uno de ellos es el embarazo en la adolescencia (EA), que, al concentrarse en entornos de pobreza, afecta oportunidades de desarrollo humano y salida de pobreza de jóvenes madres, de sus hijos, sus parejas y entorno.
El más reciente Informe Nacional sobre Desarrollo Humano de RD se enfocó en esta temática. El informe aporta evidencias y mueve la reflexión a un plano multidimensional – alejado de visiones sectoriales. El EA no es un tema exclusivo del sector salud, o educación, es una problemática del desarrollo. Por un lado, se analiza el impacto del EA en indicadores importantes, evaluando las diferencias registradas entre mujeres que fueron madres por primera vez en la adolescencia y otras con embarazo en etapa posterior. Las diferencias encontradas entre estos dos grupos de mujeres, representa el costo de oportunidad.
Los resultados indican que el costo de oportunidad de tener un embarazo en la adolescencia – en los entornos de pobreza investigados – es alto. La mujer con embarazo más tarde ingresa más fácilmente a la población económicamente activa, tiende a casarse o unirse con una persona de mayor nivel educativo y reside en un hogar con más ingresos. Sus hijos/as tienen menor probabilidad de morir en la primera infancia (7% mujeres con EA versus 2% mujeres sin EA), de no acceder a la educación (6% hijos de mujeres con EA y 0% mujeres sin EA) y de no tener documentación (11% mujeres con EA versus 5% mujeres sin EA). Estas diferencias tienen repercusiones: a corto plazo, el 32% de jóvenes madres deja la escuela por embarazo. A mediano plazo, limita sus posibilidades trabajo formal, concentrándose en la informalidad (50% mujeres con EA versus 27% mujeres sin EA). A largo plazo, el efecto del EA lo experimentan los/as hijos/as.
Por otro lado, se exploran elementos más complejos, pero con incidencia en el EA: patrones inter generacionales. Los resultados son inequívocos: a menor edad de la primera unión de la madre, mayor es la probabilidad que tiene su hija de embarazarse en la adolescencia. A menor edad del primer embarazo de la madre, mayor es la probabilidad de su hija de tener embarazo en la adolescencia. Cuando la pareja alcanza el nivel educativo universitario se reduce en un 75% la probabilidad de ocurrencia de EA.
Con estas evidencias, las políticas para el EA deben no solo incluir a la joven madre, sino también a su pareja, a los padres de la joven y a sus hijos/as, abordando la situación “ex ante” (políticas preventivas) y “ex post” (políticas de construcción de resiliencia luego del embarazo). También mejorar el alcance y la calidad de políticas universales para reducir brechas existentes. Esta estrategia multisectorial y multi-temporal revertiría la tendencia del EA en RD, contribuyendo al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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