Migración y la paja en ojo ajeno

Migración y la paja en ojo ajeno

El problema de migrantes y el tratamiento que reciben es tema serio en buena parte del mundo. Lógicamente, aquí en RD, país que reúne las tres condiciones de movimientos migratorios: origen, destino y tránsito, tiene que aparecer, rutinariamente, en los primeros puntos del debate nacional. No puede desconocerse que comprende aspectos de gran trascendencia humana y familiar que se inscriben dentro de esquemas de derechos humanos universalmente aceptados. La sentencia 168 del Tribunal Constitucional, en consecuencia, ha generado vientos huracanados nacionalmente y bien allá, allende los mares. No podía ser de otro modo. Esperar que autoridades de la RD encuentren soluciones adecuadas y justas al problema humano que se ha generado es plausible, pretender que se ignore una decisión constitucional, buena o mala, es improcedente.

Muchas naciones del mundo adoptan decisiones, en el marco de atribuciones soberanas, que entrañan severas agresiones a los derechos humanos de minorías en sus países. Voy a referirme especialmente a casos de naciones cultas, civilizadas y desarrolladas. En ocasiones responde a posiciones e ideologías de grupos locales y en otras a políticas oficiales. Las consecuencias son las mismas: xenofobia, discriminación, marginación, segregación de gitanos, judíos, árabes y negros, búlgaros y rumanos en el caso de Europa, sin que muchos de los adalides mundiales que se escandalizan fácilmente – organizaciones y ONG – hayan puesto el grito en el cielo.

El pasado 31 de diciembre concluyó la prohibición, de seis años, de que rumanos y búlgaros pudieran moverse libremente dentro de la Unión Europea. Al concluir la prohibición ha estallado el temor de lo que pueda pasar. Así, el Premier británico reclama más medidas anti-inmigratorias y señala expresamente a “nómadas” rumanos y búlgaros y advirtió que les negará derechos que otorga a otros y que deportará a los “inmigrantes europeos que pidan limosna o duerman al raso”. Democristianos de Baviera, el más rico estado alemán, propone medidas que restrinjan el acceso de los inmigrantes al sistema social y permitir la deportación por el uso de documentación falsa. El programa gubernamental plantea oposición al “acceso injustificado” a prestaciones sociales y contra los que buscan “aprovecharse del sistema de seguridad social”. En varios lugares los niños gitanos son segregados en escuelas y sus familias viven marginadas. El 90% de los gitanos están desempleados y en varias naciones hay restaurantes que no permiten entrada a gitanos. Encuestas del PNUD y la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE muestran graves exclusiones a empleo y servicios de salud y acceso a agua potable, alcantarillado y electricidad. Berlusconi y Sarkosy realizaron deportaciones masivas. También el 85% de los judíos franceses creen que el antisemitismo ha resurgido; un 66% en el resto de Europa.

EE.UU. es otro caso. De acuerdo con su legislación concede ciudadanía a hijos de inmigrantes ilegales pero después deporta los padres y separa a las familias.

¿Sabía Usted de todas estas flagrantes violaciones a los derechos humanos? El país tiene un problema que resolver pero que cada cual mire la paja de su propio ojo.

 

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