Miguel Guerrero es uno de los tres periodistas actuantes más completos, detrás de Aníbal de Castro, el primero de todos, y luego de Adriano Miguel Tejada, y sabe cómo lo pondero y aprecio, no obstante no disponer del círculo de íntimos que le llaman Lon, pero es mi deber ineludible responderle a una carta que envió al director de este diario, Bienvenido Alvarez Vega, insertada el día cinco de este mes, que estimo evade la verdad del caso de Palestina.
Alega que el Estado de Israel no bloquea la proclamación del Estado Palestino, cuando sabe que es todo lo contrario, por la inobservancia y burla a todos los tratados firmados por el Estado de Israel con los palestinos, ocupando manu militari ilegalmente Cisjordania, construyendo complejos de viviendas ocupadas por más de 600 mil colonos judíos, motivo del cese de conversaciones con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que representa a los palestinos de Cisjordania, Franja de Gaza y cuatro millones en la diáspora.
Miguel Guerrero conoce que Cisjordania era parte del reino de Jordania y fue cedida el 31-07-1988 por el rey Hussein a los palestinos para que junto con Gaza proclamaran el Estado Palestino, realidad que no ha sido posible como exigen las Naciones Unidas, la comunidad internacional y el derecho de gentes, por la prepotencia de los gobernantes israelíes, mal apoyados por el imperio.
Miguel Guerrero, como todo quien dispone del menor peso de sindéresis, sabe que sin la proclamación del Estado Palestino no habrá paz en Palestina, y mal puede el débil obstruir la causa que enarbola ante la superioridad militar del contrario, que el día 15 de este mes, en París, podría cambiar.
Miguel Guerrero no debe tocar esa tecla y evadir compulsarme a remenear su altar sionista.